Tercetos encadenados

En la serie Bonanza
cabalgaban en potros y los malos
aparecían siempre sin tardanza.

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¡Ay, qué exageración aquellos malos
de la serie y sus grandes adalides,
insuperables, repartiendo palos!​

 

Yo vi su cuerpo inerte.
Vi la sangre, sus luchas y derrotas.
Y vi a mi patria alzarse aún más fuerte.​

 

Tu siempre te alborotas
si invito a pasear por los jardines
te gusta patear las hojas rotas.
​

 

Se puso los botines,
y una vez ya en la calle se dio cuenta
que no llevaba puestos calcetines.


​

 

Luego, calzarse intenta
los agujereados calcetines
con el calzado puesto y le revienta.​

 

Yo antes iba a los cines
por ver las películas del Oscar
mas hoy las veo en casa en calcetines.​

 

Debo españolizar eso de “Oscar”.
Como palabra aguda, servirá.
Así consigo al hilo destrabar.​

 

Es un lenguaje plástico, verá.
Se tuercen las palabras a su gusto
por que todo entre en la horma, así será.

​

 

Me provocaste un susto.
De repente, pensé que te escapabas
con ese tipo rústico y robusto.​

 

Yo no sé a donde estabas
luego inicié una búsqueda profunda
te encontré en internet, ¡cómo vagabas! ​

 

Es porque se comporta como un vándalo
que le dan casi siempre un coscorrón.
Ayer, lo golpearon con un cándalo.​

 

Se acabaron las plazas
disponibles en trenes de ambición.
Qué digo, ¡ni ya quedan en barcazas!​

 

No sirven tus oficios
si vas de mediador en este trance
ni aún usando sucios artificios.​

 

No son nada concisos
los cálculos que deberán hacer.
La NASA tiene sesos muy precisos.​

 

Dicen que son ficticias
todas las esperanzas de este enero.
La guerra traerá sus injusticias.​

 

Si mi libre albedrío
como dicen, de libre tiene tanto,
a Don Putín lo arrojo en hondo río.​