¡Más maderaaa!

Es solo tener cautela
para no ofenderte mi alma.
Tomaré todo con calma.
Me paso la noche en vela
pensando que alguien te cela.
Mas no mencionaré el caso
de esa mujer que te mira.
Yo la veo que suspira
por la tarde en el ocaso.
Tan solo en eso me baso.
​

 

Tan solo en eso me baso:
el sol, más joven que tú,*
sabe que a este revolú**
lo matamos en un vaso.
El cóctel sigue de paso
en nuestras vidas cansadas
mientras quedan, desoladas,
salud, paz, felicidad
y la buena voluntad
de disfrutar las veladas.

* Esto en realidad no es mío:

“Sun is the same
in a relative way
but you’re older.”
(Pink Floyd, “Time”, 1973)

** m. P. Rico y R. Dom. Desorden, algarabía, bulla.

 

De disfrutar las veladas
con los amigos cantando
departiendo y dialogando
en noches casi acabadas,
ya pasó el tiempo, esfumadas.
Solo a veces nos citamos,
en lugar y hora quedamos
siempre en el mismo café.
Comentamos lo que fue,
pero ya nunca cantamos.​

 

Hundida en la melodía
sonaba una mala rima
caminando hacia la sima
de una horrible poesía.
Decir una tontería
para completar el verso,
y yo en ello estoy inmerso,
nos ocurre con frecuencia,
no tenemos la paciencia
de leer el universo.

 

De leer el universo,
tanto el frío y el romántico
conocen que ante lo cuántico,
la gravedad, lo perverso
que conlleva estar inmerso
en semejante misterio,
se sufre la pequeñez.
Siempre digo que tal vez
no nos crearon en serio
mas con humor y criterio.

 

De nuestro genio latino
solo queda la botella.
Se marchó con mi doncella
en un giro repentino
diciendo ser Al Pacino
mientras fumaba un cigarro.
Hoy observo ese cacharro,
pensando en su vieja magia.
Yo, frente a su verborragia
fui galán con pies de barro.

 

La emplacé con mis cortejos
que no debieron gustarle,
quizás los que pude darle
resultaron muy añejos.
Os ofrezco unos consejos
a la luz de mi fracaso:
resulta solo un atraso
usar clásicos formatos,
es mejor fregar los platos
y no romper ningún vaso.

 

“¡Y no romper ningún vaso!”,
con su tono imperativo
me dijo, “que para vivo
luces bien como payaso”.
Es de un carácter escaso
de cariños y bondad
mi esposita Soledad.
Si hasta al lavarle los platos
me hace pasar malos ratos
con sus toques de crueldad.

 

Al ver su indefinición
su indecisión evidente
no le di algún aliciente
yo tomé la decisión
de esperar otra ocasión.
Tal vez se siente inseguro
siente que es muy alto el muro
su vida no ha sido fácil
tiene su alma muy frágil
para enfrentar el futuro.​

 

Para enfrentar el futuro
hay que hacer gimnasia diaria,
no llevarnos la contraria,
caminar por lo seguro
evitando el lado oscuro.
Comer poco y sólo sano
beber menos, sin habano
y, si hay que hacer un exceso,
tómalo como un receso
y vívelo, tan ufano.

 

Y vívelo, tan ufano,
pues solo llega una vez.
Escurridizo cual pez
en la distraída mano
un glorioso amor, hermano,
nunca se debe escapar.
Le deberás dedicar
todo el tiempo y la energía.
Será una gran alegría
verte en pleno bienestar.

 

Veo un verso de siete en el poema anterior.

Que asegura tu futuro
el Gordo de Navidad
siempre es una gran verdad:
un futuro de laburo*.
Hay que trabajar muy duro;
no te salva un numerito.
Si es por soñar un poquito
no sueñes con el dinero.
No cubre el sepulturero
con joyas a un finadito.

* m. coloq. Arg. y Ur. trabajo (‖ ocupación retribuida).

 

Con joyas a un finadito
no le vas a conquistar,
inútil el malabar
resulta al cuerpo finito.
Debiste usar otro rito
cuando el sujeto vivía,
quizás con mayor porfía
habrías su fe ganado
pero tras el altercado
gran decepción sentiría.

 

Pero soy un cabezota,
testarudo insoportable,
tipo poco razonable,
de tan cerrado, marmota
y un tanto rompepelota
(como dicen, gilipollas).
Soy perro volteando ollas,
el oso en cacharrería.
Pero amante sin falsía:
contigo pan y cebollas.

 

Esta llena de atractivo
mas vacía de intelecto,
creo que hice lo correcto
sin resultar muy nocivo.
Y salí de aquella vivo
sin hacer ruido ni daño,
no soy propenso al engaño,
intento siempre ir de frente
con todo tipo de gente,
de esta forma yo me apaño.

 

A mi ánimo se integra
la paz de vivir sin prisa
y lucir una sonrisa
incluso para mi suegra.
Ya ni mi mujer se alegra
cuando a casa nos venía
ya que se nos quedaría
con disculpas sin sentido.
Pero es que borda el cocido
y ella bien que lo sabía.

 

Muchas gracias, caballero. Ya está corregido, esto de las suegras....

 

Con lo que estamos viviendo
pues mejor... ya ni vivamos;
figimos que nos amamos
y nos vamos conociendo.
Mira que no estoy mintiendo,
de paso hay inflación, guerra,

tiran basura a la tierra,
y el Internet da hasta pena.
De veras, de veras, Nena,
no sé ni qué nos pasó,
quizá eras tú y no yo.
Ya no me guardes la cena. ​

 

Ya no me guardes la cena
porque no voy a volver.
Me siento herido, mujer,
irado y lleno de pena.
Me parece una condena
el quedarme junto a ti;
no sé que será de mí
pero no puedo aguantar
tus afanes de engañar
pese a que mi amor te dí.


​

 

Pese a que mi amor te dí,
incluso así, cada día,
con tu mamá y con tu tía
no sabes lo que sufrí.
Las mantuve siempre aquí
y de eso nada pagaban,
pero se debalagaban*
sin aportar ni dos pesos,
ni siquiera por los huesos
que sus mascotas tragaban.
*Separarse en diferentes direcciones. (Méx)
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