,
Llegó con sus alas rotas a la orilla del silencio, crepitando con su alma llena de frío y pavores estertóreos... la flama de su verbo herido....
,.
Por aquí pasó Simón Bolívar con su caballería de espartos y su luenga sed libertaria como molinos del desierto en la estepa reseca por el viento...
Vi a un niño abandonado, junto al semáforo que da a la calle cuatro Toda la ternura del mundo se agolpó en mi pecho y quise darle todo lo que...
.