Hierro dulce y níquel

Conocimos
la tempestad que hiere
y la quietud
tras cada herida,
-cada hora de mi tiempo
es una pequeña herida-,
el color del cielo
en las mareas,
los árboles inmóviles
ante el devenir de las auroras.

Tú llegaste,
como el otoño, al final del duelo,
con el fruto de la nieve
a punto de florecer entre las manos,
con un pájaro dormido
agitándose en el pecho,
con el sabor
a hierro dulce en los labios
y, apenas, una brizna
de ponto azul en la mirada.
Hay confusas señales
en los cielos,
y las estrellas
derraman en mi copa
innumerables lágrimas de níquel.
¿Qué brisa u óleo
te trajo hasta mí
en esta noche tan distante de la vida?
Yo que siempre he temido por mi suerte
y conservo todos mis sueños
aún adentro de los párpados.

 

Una muchacha joven (disculpe, no se de sus gustos, usted use el genero que prefiera) es infinitamente mejor que una moneda de hierro níquel para alejar la mala suerte y tiene mejor gusto en los labios. Después de todo el amor se agradece.

 

Excelente poema Gonvedo, me encanta . Un abrazo con la pluma del alma

 

un hermoso enigma tu poema!
será que los dos tienen heridas o se hirieron?
Quién la trajo? los recuerdos? o fue una sorpresa verla nuevamente?
será que abrir los ojos y hacer realidad tus sueños te da miedo?
un placer leerte

 

Muy agradecido por su paso, señor Cavicchia. No se disculpe, es innecesario. El tiempo de las muchachas jóvenes para un servidor se ha acabado, tengo, entre otras cosas, una edad provecta. Respecto al texto, quizás debiera encuadrarse en un "nuevo género" Poema de amor/desamor mineral.

Un abrazo.

 

Muchas gracias, José, eres muy amable y generoso.

Un abrazo.

 

Muchas gracias, Luna roja, por acercarte hasta mis letras. Respecto a los interrogantes planteados, no sabría decirte, lo dejo a la interpretación del lector. Uno empieza los poemas con una idea, y luego el poema tira por donde quiere.

Un abrazo.

 

Una maravilla.
que bueno volver a leerte amigo! tus imágenes, tus colores y texturas me motivan a escribir

 

Muchas gracias, amiga Gia, aprecio en mucho tu comentario.

Un abrazo.