Desgraciada

Carlota Eugenia Arismendi arribó a Buenos Aires en 1935, procedente del puerto de Bilbao. Tenía 25 años y llegó sola, buscando a su marido, que había llegado dos años antes, lapso durante el cual habían perdido todo contacto.
De la considerable correspondencia que mantuvo con su madre se infiere que no logró encontrarlo.
En 1940, luego de haber recorrido varias ciudades del interior, y habiendo agotado sus recursos económicos y esperanzas, pareciera haber desistido de la búsqueda. Desde entonces, en cada misiva, su madre la insta a regresar a España. En su última carta, fechada el 15 de enero de 1942, la madre le cuenta de su quebrantada salud y le expresa la necesidad de mudarse con su hermana. Dice extrañarla enormemente y le ruega que le conceda el deseo de volver a verla antes de morir.
En una carta posterior, fechada el 4 de marzo de 1943, su hermana le anuncia el fallecimiento de su madre y le reprocha su falta de comunicación. Es la última carta recibida de España.
En una carta de Carlota fechada el 14 de septiembre de 1945, y marcada como devuelta por el correo, le expresa a su hermana el deseo de regresar a España y su falta de recursos para emprender el retorno.
No se ha encontrado correspondencia posterior.
Carlota falleció por causas naturales el 23 de marzo de 1981, según consta en su acta de defunción radicada en el Registro Civil de la ciudad de Junín. En la misma oficina se encontró el acta de defunción de Tomás Raúl Arismendi, hijo de Carlota Eugenia Arismendi y padre desconocido, fallecido como consecuencia de un accidente de tránsito, a los 35 años de edad, tres días antes que su madre.

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Fernando Marco Sassone



Foto: Registro Municipal de prostitutas, San Fernando, Prov. de Buenos Aires, Argentina. 1931

 

Muy buen relato, transporta a un tiempo y un espacio que de algún modo es común a nuestra propia historia de antepasados inmigrantes.
Es trágico pero sin golpes bajos se llega al final con una sensación de compasión hacia la protagonista y con la inquietud de saber si acaso existió y es una crónica o es un cuento.
Saludos.

 

Me ha gustado leerte. Un abrazo.

 

Interesante tu relato, Fer, basado en la idea ya clásica de la fuente documental dudosa.

Algún problema hay con las fechas, dado que si llegó en 1935 parece difícil que en 1930 ya hubiera agotado su bísqueda.

En esta frase
«le expresa a su hermana el deseo de regresar a España y su falta de recursos para emprender el retorno.»
pondría algo como «y le cuenta de su falta de recursos». El deseo se expresa, la falta de recursos no.

abrazo
j.

 

Es un micro muy interesante por sacar a colación a esa cantidad de personas que desaparecen un día y nunca más se supo de ellas... cuántas vidas truncadas, cuántas historias...

Saludos,

Palmira

 

Si... qué distracción... Supongo que no es la versión final, porque este cuento fue parte de una exposición sobre trata de blancas, y prostitución en San Fernando. Se contaba con el registro municipal de prostitutas. La foto corresponde a ese registro.
Espero no haber mandado el error a la expo. En todo caso, nadie se dio cuenta... ahora busco la version final del cuento y me fijo lo que me marcás. Gracias!