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Viendo entradas en la categoría: MELANCÓLICOS
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Si tú te alejas, no sé si las rosas de mi jardín
volverán a brillar, o perecerán con tus cenizas
tu perfume no volverá a despertarme con su fragancia
sólo quedará su indolente olor en mis sábanas.
Si te marchas, flor de mis ansiedades nocturnas
quedaré silente, frustrado, buscándote en mi agonía
y el colibrí no volverá a posarse en mis pacíficos blancos
como tú, ternura mía.
Si te vas con otro sol, otras nubes,
serás fruto que se desprende maduro
cuando ya ha absorbido todos los nutrientes
y deja al árbol desguarnecido, se ha ido parte de su vida.
Cuando no estás, soy pez de aguas profundas
nadando tranquilo aunque haya maremoto en la superficie
no existe el miedo, se ha desvanecido, como un soldado
abatido en una guerra sin sentido.
Cuando vuelas de mi lado, sólo quedan tristes días
la luna ya no es espejo, solo melancolía,
los días opacos y fríos.
Necesito aprender de nuevo el arte de la felicidad
las angustias deben ser borradas
de las hojas de mi calendario.
Aunque nunca lo confiese
siempre estarás en mi sangre
en mi devenir del día a día.
Te veré en el árbol, en la montaña
circularás por el riachuelo de mi alma,
porque la dicha que me diste debe permanecer
para siempre guardada.
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Me levanto con la aurora,
contemplando la belleza del amanecer,
en un solitario banco, lleno de polvo,
de recuerdos que cubren su frágil madera.
En la quietud de las flores y algún gorjeo,
la nostalgia me abraza,
como agua de lluvia o la niebla envolvente,
mágica, solitaria, como yo en esta mañana.
Un tono de penumbra me acompaña,
susurros de antaño se desvanecen,
son ecos en el aire, no pasa el tiempo
ni la espina clavada en mi costado,
son serenatas cuando el sol se ha despertado.
Así corazón de esperanza llegas a mi,
posándote como la brisa sobre mis mejillas,
suspiro intenso,
bocanada de aire deshaciéndose con el viento
sobre mis mejillas sonrosadas.
Inocencia que encumbra al alma solitaria,
mujer de hielo, manos frescas como brisas norteñas
sé brasa en mi chimenea sin carbón;
tráeme la lujuria, el pecado, en un forro de esperanza.
No quiero traficar las caricias,
emborráchame de pasión,
mujer velero, abrázame en este rincón.
Resplandece mi morada con los rayos de tu sol
soy nube de flores suspirando por ti, hechizo de luna
llévame al paraíso donde vivamos tú y yo
lejos del manzano de la perdición.
A Ana Fabiana y Alde les gusta esto. -
¡Oh amiga! silenciosa y muda,
testigo de mi llegada a la luna,
historia de mi vida, vaina encendida,
eres un pistilo viviente;
convertida en milagro, petrificado.
¡Oh amiga! eres mi despegue,
un avión de plástico volando
con el viento, que guarda mil historias,
en cada uno de los recovecos que azotas
con tu tormento.
¡Oh amiga! atraviesa el sonido,
trae tus colores a mis pupilas,
revolotea sobre mis sentidos,
sé un enigma que se desliza
entre mis sombras infinitas.
Alegras las notas de mi mar,
palpitando tus flores melodiosas;
eres mi cielo volando, mi alegre euforia;
caminos de vida compartidos
en calles empedradas de sutileza.
Soy pecado de tus sentidos,
órdago de tu infinito,
floración de tu jardín;
soledad, amor, tristeza, empatía,
una luz salida del alma que te arrulla.
La escuchas y patinas, la lees y dinamita tu cuerpo;
si me hundo en la ría, tus alas de colores
se posan en una flor que se deshoja.
Risas al al atardecer, tiempo cristalizado,
capullo alumbrando tu vida soy, tímida claridad
que me acongoja, indiferencia que me lastima,
tus no, son mi tristeza melancólica
servida en sorbos de alegría.
Mi ansia, una garganta inagotable
llamándote y no vienes;
eres éxtasis del sonido que no llega.
Contigo quisiera viajar en olas de nostalgia
donde se proyecte nuestra vida
en una pantalla de lujuria.
Cama de sauce, vientre de petunia,
no paro de pensarte, mis tristezas las disimulo
cuando te canto.
Eres mi miedo guardado en la maleta
una estación aparcada en mi mente
que te desea,
bajo el manto de una noche estrellada, silenciosa
y muda, donde dejes de ser un milagro petrificado
y te conviertas en sueño dorado.A Ana Fabiana, andrearivera1 y Alde les gusta esto. -
Me marcho con mi trabajo,
con mi escuela, mis niños,
mis soledades encubiertas,
con mis amigos de antes.
Con tus sensuales versos,
con tus humedales y las auroras,
heridas del corazón incrustadas
en mi alma imperecedera.
Me marcho, te dejo tus soledades
tus sueños, tus vanidades
de cristales que la lluvia limpia
y vuelven a ensuciarse de lastimeros gestos,
de amores insondables.
Tu rostro es el rostro del viento
mirada ávida de amor, incomparable
sed de vida, hambre de sentimientos,
caricias trémulas, zigzagueantes
cómo reptil en la pradera.
Ya no trinan los jilgueros en mis párpados,
sólo escucho el graznar de cuervos,
muerte lenta, sin alimento; no hay amor
que resista la acometida de la sierra.
Me marcho con mis paredes vacías,
mi estómago hambriento,
y mi alma muerta de esperar
lo que espero, de desear lo que deseo,
de morir por lo que no tengo.
A Javier Alánzuri, Pi-Radianes y Alde les gusta esto. -
Eres la vida de la flor ensombrecida de mi alma
el faro de mi amor transeúnte,
la lámina divisoria de mi mundo,
ráfaga de peces luminosos esparciendo
el plancton de la furia.
Una cálida bienvenida al solsticio de invierno,
lloroso atardecer de colores intensos
amasan mi visión de lobo hambriento,
caníbal de tiempos remotos.
Deterioraste mi vida con tu hacha dorada,
tallo de flor pisoteada, amante de lo clásico
perversa como el vino, venenosa como la serpiente
cuando otea a su presa y no se detiene.
Corriente de sudores turbios, calcinados por los efluvios
de tu mirada, melancolía de plásticos en la hondonada
de tu alma sedienta de revancha,
embaucadora de peces de plata.
Vidrioso anochecer de humedades perversas,
sonidos estridentes en nuestras mentes deshechas
de opulenta envidia callejera, notas en una servilleta.
Llegará la primavera del alma,
en barcos alados con fanfarrias,
me verás y huirás porque en el fondo
soy tu ansia, tu ser, tu divinidad en la tierra.A Alde le gusta esto. -
Si no fuera por ti que me acaricias con la brisa,
me acomodas con tus versos
y sobre ti descansan mis penas,
¿Qué sería de mi azorado corazón?,
eres fulgor de arcoíris en mi atardeceres sombríos.
Dónde hundiría mis raíces, qué humedal
socorrería mi seco huerto de arrecifes,
en un mundo deshecho de maldades infructuosas ,
de cavidades sin dueño, aparcadas en el ostracismo.
Quién daría luz a mi vida, aflorando el oscuro sueño
de mis noches de insomnio, de vela
esperando que alumbre tu antorcha,
las estrellas se estremecen al ver mi alma revuelta.
Dónde sellaría mis labios, mis pasiones, mis desvelos;
en qué santuario de tu insondable mirada,
aparco mi bullir constante, derramando la angustia
que me persigue en la hora de mi desdicha.
Qué aromas de amargura, penetrará por mi olfato
ensombreciendo mis días,
sacrificando la luz de la armonía;
quién reciclará mis despojos,
quién abrirá mi puerta oxidada,
quién me cubrirá cuando esté frío.
A Alde le gusta esto. -
Hoy el viento golpea
como un martillo las ventanas,
los cristales tiemblan ateridos
posiblemente sea invierno o primavera
qué más da, nadie puede dar asiento
a este caballero tan locuaz.
Soy pétalos muertos,
que este osado ha robado a mis rosas,
deshojándose
penetrando en ellas los silencios
de los fondos abisales;
marchitando la fragancia
que ayer exhalaban.
Hoy mis pensamientos
vuelan como las golondrinas
con el cálido viento
en busca del ansiado amor
y acompañar a las olas
por si cayendo la lluvia
aparecieras tú,
penetrando mi piel.A Alde y Poeta en Silencio les gusta esto. -
Eres mi oscuridad,
mi amor,
mi suplicio,
fuego quemando mi infierno,
camino que tiembla,
mi tristeza en el mundo.
Flecha adorando
al sol de la complicidad
alborotando
el mar de las temeridades
despojada de ternura en las noches
donde el crepúsculo
muere en los altares.
Alegría perdida,
esperanza sepultada
como las raíces, bajo tierra
perdición del día y la noche;
inexorable ocaso
llegando lentamente.
Días grises
de agujas y tinieblas
tristeza hasta en mi frente
locura en tránsito permanente
ansiedad a manos llenas
recorriendo
los espíritus de mi pasado.
Hoy mi tibio corazón
necesita resurgir a la luz,
dejando atrás la tristeza
volver a ver verdes valles
rojas amapolas.
Dame una luz radiante
para olvidar mi corazón helado
ventanas luminosas
donde entre el aire limpio,
expulsando a este demonio
que llevo dentro
y el alba realice otro milagro.
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Eras calor y frío,
una mirada ardiente al mediodía,
una pasión acelerada
un tumulto en la mañana.
En la cañada, los gorriones te trinaban
pedías lo posible y eso era imposible
comprabas el día y te daban la noche.
Tus quejas siempre fueron amordazadas
no podías ulular, ni maldecir
por el dolor pernicioso de tu pecho,
por el corazón partido, de vómitos, de indolencia,
cantares del pueblo, con sus penas y alegrías.
La luna te llamaba y tú, padre mío,
estabas solo como la nada, nadie te esperaba,
eras un desierto en la noche,
tu cansancio no era nada,
ni las oquedades de tus ojos;
eras el esclavo de la manada,
la que todo tenía y nunca daba nada.
En el humo de la ribera te veía
respirabas el cáncer de tu desgracia divina,
aullando como un lobo
pero nadie te oía.
Por la noche, amordazado el miedo,
los troncos eran tus aliados,
te hacías disfraces con sus ramas
el té perfumaba tu azahar
bendita primavera que llegaba
con su traje de flores
y su mantón de manila
a juego con su cabellera.
Ya no hay mesa, ni pan compartido
ni plato al centro de la mesa,
todo está vacío,
como tu chaleco colgado
en la percha del olvido.
Viviste en un aire ahogado
en un agua que no refrescaba
sudor silente resbalaba por tu cara.
Cuando dormiste eternamente
los serafines lloraban,
esparcían tu amor por la tierra
adoraban tu divino tributo,
y el aire se estremecía al reconocerte.
Entonces comprendí que
morir no significaba nada,
es una palabra, sólo eso.A MASTER LY 22, bristy, Pi-Radianes y 1 persona más les gusta esto. -
Miro las hojas caer sobre la tierra desnuda,
sus destellos deslumbran las fotos
de nuestra nostalgia, amores volando
en un valle de plata, sinsabores con pedigrí
en una oquedad agitada.
Siento tu amor convaleciente, enfermo,
volando a la eternidad.
¿Dónde estás?
Cansado de ver fruta podrida,
falacias tormentosas,
miradas extraviadas como laberintos
en un jardín sin dueño,
salto al abismo de los sueños.
Percibo tu angustia,
ávida de visualizar
explosiones del arcoíris
como abanicos gigantes,
construyendo una mansión de ensueño
donde descansar, dormitar, de este infierno.
Cuando vas sin atuendo,
tu enfoque es un cerco tembloroso de sal, l
a metáfora de la ceguera,
camino con baches ocultos,
caer a la hondonada de la vida.
Una alberca de espuma sin salida.A bristy, Melementos y Alde les gusta esto. -
Duro será el triste destierro de mi vida
acostumbrado a dormir sobre flores
ahora caigo sobre ellas,
sintiendo el dolor de rosas sollozando.
Escarcha reprimida de mis lágrimas,
mi corazón te reclama enloquecido
trinar de arpa, sortilegios hechos suspiros
bellos pétalos colgando de la estela de tu cuerpo.
Tallo floreciente de flores abiertas,
abanico que me refresca, cautivándome el alma
sutil perfume con tu dulzura y fragancia
una camisa confeccionará sintiendo
el roce de tu piel que me envenena.
Se llenan de nostalgias mis horas
contemplando tu rostro, es añil
en un mar embravecido donde navega mi deseo
vestido de mañana o de atardecer doliente.
Tiembla la noche en tus manos
acaricia la esperanza tus cabellos,
enervan las pasiones solitarias
y claudican en ti el clavel y la violeta.
La memoria no sabe de historias
que no llegaron a hilarse,
que murieron antes de ser vividas,
sólo añoran el tacto de la piel
que recubre el silencio.
Desde el otro lado del océano
las llamas inician su solitaria travesía,
abandonando los escarpados Andes
volando como las golondrinas a cobijarse
bajo mi manto de hojas rojas,
naufragando en la lujuria de la noche húmeda.
Las palabras son corceles briosos
nuestras almas lluvias que emigran
con los vientos,
no se encontraron, pasaron por encima de la vida,
de los mares atravesaron el horizonte
ajenas a nosotros.
Naufragando en la orillaA bristy le gusta esto. -
Duro será el triste destierro de mi vida
acostumbrado a dormir sobre flores
ahora caigo sobre ellas,
sintiendo el dolor de rosas sollozando.
Escarcha reprimida de mis lágrimas,
mi corazón te reclama enloquecido
trinar de arpa, sortilegios hechos suspiros
bellos pétalos colgando de la estela de tu cuerpo.
Tallo floreciente de flores abiertas,
abanico que me refresca, cautivándome el alma
sutil perfume con tu dulzura y fragancia
una camisa confeccionará, sintiendo
el roce de tu piel que me envenena.
Se llenan de nostalgias mis horas
contemplando tu rostro, es añil
en un mar embravecido donde navega mi deseo
vestido de mañana o de atardecer doliente.
Tiembla la noche en tus manos
acaricia la esperanza tus cabellos,
enervan las pasiones solitarias
y claudican en ti el clavel y la violeta.
La memoria no sabe de historias
que no llegaron a hilarse,
que murieron antes de ser vividas,
sólo añoran el tacto de la piel
que recubre el silencio.
Desde el otro lado del océano
las llamas inician su solitaria travesía,
abandonando los escarpados Andes
volando como las golondrinas a cobijarse
bajo mi manto de hojas rojas
naufragando en la lujuria de la noche húmeda.
Las palabras son corceles briosos
nuestras almas lluvias que emigran
con los vientos,
no se encontraron, pasaron por encima de la vida,
de los mares atravesaron el horizonte
ajenas a nosotros.
Naufragando en la orilla
donde florecen las esperanzas
de los amantes cautivadores.A Alde le gusta esto. -
Balcón triste, desmadejado,
otrora esplendoroso, una belleza
contemplarte desde la calle
lleno de bellos claveles, hortensias, violetas;
la bendición de Dios en la tierra.
Las golondrinas te trinan, los canarios
te cantan las bulerías de la alegría
de tu alma, henchida de felicidad
como la catarata con su agua.
Los dioses de la galaxia se arrodillan
cuando exhalan tu fragancia de perfume
de anacardos y avellanas, eres sedante
como el río cuando desciende suavemente
por su cauce de cañas.
Eres elegante como una modelo
de pasarela, delicado, suave, coqueto
encandilas a los visitantes, le haces girar
la cabeza y perpetuarte en sus pupilas.
Tu glamour es superior a Montecarlo
o la Costa Azul, eres limpio, fluido
amante de lo eterno y de lo efímero
un cascabel sonando en fiestas de plenilunio.
Hoy estás triste
tu dueña te ha dejado
se ha marchado en un bajel alado
a navegar por el océano del olvido
pero ni ella te olvida ni tú la has olvidado.
A Alde le gusta esto. -
Anoche dormí con un fantasma
las ramas de su árbol cubriendo
mis oquedades era un esperpento
muy elocuente.
Anoche me sentí sediento
bebí el agua de mi vientre,
dormido, con escalofríos de los
tirabuzones de tu bosque.
Anoche rompí la Vía Láctea
mis constelaciones oscureciendo
sus vibraciones y giros se convertían
en olas de mar enfurecido, reflejos de mis rodillas
cuando se doblan pero no sudan.
Anoche Eros me envolvió en su sábana
sentí escalofríos, recorriendo mi cordillera
ondas de sonidos, hambre de cuerpo,
pero nadie venía, sólo ilusiones de una
estrella polar insaciable, lluvia cayendo en la niebla.
Anoche vino el vacío, no era nada
sólo calores de pecho, llamas inusuales
escondidas en mi alma, llegaron hasta mí
cómo ejército poderoso que mi sangre desborda
y me sentí lleno pero muy solo.
A Alde le gusta esto. -
Sé que no estás en mi pecho
para sentir tu calor, la vida se te escapó
se fue volando hacia el sol.
No estás en la calle, recuerdo
vagamente tu estela de hambre y sonrisa
eras el arcoíris de la vida.
Sé que después de esta vida
existe otra, más trasnochadora
menos disconforme
donde el silencio es el premio,
la soledad, la quimera
y tú, mi bien preciado,
el sol alumbrando mi preciada cabellera.
Sé que después de este sol
viene otro, de lentes más gruesas
relámpagos brillantes que relucen
más que las estrellas.
Existen colores invisibles
que hieren el iris de tus ojos
quiero ver esta maravilla contigo;
ser muerte y vida,
una resurrección que dure toda la existencia.
Quise imaginar lo bello
lo que necesito, tu luz de fantasía.
Ser el ocaso de tu sangre
en una tarde llena de colores,
de sentimientos que afloren por mi cielo,
despejado, de sombras demoníacas.
Sé que no estás, vives en tu mundo
de sombras apagadas, invisibles a mis ojos;
de caparazones que obstruyen mi mirada,
navegando por tu mar salada, fría, embelesada.
No encuentro adjetivos para describirte
para engalanar tus ojos, acortar la distancia
que nos separa.
Ser un rayo de luz que me conduzca
hacia tu morada, dulcemente,
como mi vida te ama.A bristy, F. Marcos, Pi-Radianes y 1 persona más les gusta esto.
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