-
Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"Cerrar notificación
!!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!
Viendo entradas en la categoría: AMOR
-
Yo los vi anoche,
se les apagaba el amor por los caminos,
las nubes heridas buscaban una nueva voz,
hilos de dolor envolvían sus sombras
en un alba disuelta condenados
al tormento del néctar descompuesto del beso.
Esperaban con devoción una ola
de suave magnitud,
pero las corrientes los arrastraban
ante el velo lúgubre de la luna.
¡Cómo lloraban al atravesar las llamas
puras de lo incierto!
El resplandor de la oscura noche
quemaba el aire de dos corazones mustios
que transitaban a través de un sueño
en la oscuridad de la luz,
una tortura abierta en las huellas de la huida.
Una prisión de muros grises con aire denso
cargada de agonía amasaba las razones ansiosas,
sin brújula interior, ante la sombra de un grillete
que les oprimía el incendio de la flor.
Soñaron con ser de nuevo raíces
apegadas a la tierra, la catarata de un manantial
que cruzó el cielo sin derramar lluvia,
el ancla que se agarró al suspiro
del postrer lamento de un firmamento hueco.
El pozo del dolor los aprisionaba
en su cauce hondo,
la brisa de la ausencia los carcomía
y el tiempo era sólo un lúgubre lamento
en la selva apagada llena de mariposas muertas
donde navegaba el amor entre oscuras bóvedas.
No encontraron cuerda ni consuelo,
ninguna luz que les devolviese esa atmósfera
llena de ayer, con fecundas miradas de incendio.
El dulce sueño de la vida lo bebieron
en aquella copa de dulce cristal,
aún resuenan los roces de la piel
en el borde donde se quedó el placer
que adormeció el vuelo de un sueño
ya sin lecho.
@José Valverde Yuste -
Me duele el vacío de tus ojos,
cuando penetran en los míos
ya no crecen amapolas en sus prados
están preñados de aliento de ola.
Aún recuerdo tu nombre
de habitación vacía
y aquellos largos veranos
donde el tiempo ardía
en el manantial que yo adoraba.
Esos ojos manchados de oscuridad
tienen demasiadas escafandras que retirar
en el contraluz de la aurora.
Embrujado entre tus piernas
con hambre de comensal
solo encuentro aliento de pastor en tu mejilla.
La inconclusa visión de una realidad
de cuerpo sumergido en párpados
con orbitario de cine.
Cansado de la inocencia
de tus aguas cristalinas
contemplo el mundo a través
de lo que me ahoga
en el profundo morir de mi pecho.
La pureza ensalzada de tu alma
invita a soñar con el asfalto,
ardo en tus desiertas avenidas
cuando no amaneces a mi lado.
Sangre de vena herida
que antes de ser surtidor
subió a mirar los ojos a la vida.
@José Valverde Yuste -
Un cuerpo sobre una ola
en una cascada de estrellas,
humedad que camina sobre el suspiro
cuando el aliento está ausente de la piel
y un éxtasis recorre la libido.
Un deseo que no conoce el freno
en un rito de pasión sin voz
donde se queman
las ansias de la luz ovoidal del cielo.
Mis labios bajan sin freno
exploran la meseta que se encuentra
justo donde se desmenuza
la consistencia frágil del misterio.
El sudor nos cubre,
la sed revive con vehemencia,
los contornos desfallecen
en medio de la tiniebla.
La lengua con su huella húmeda,
ya rendida, vibra en el orgasmo,
se apaga el sol mientras
se comprime la voz en mi oído.
©José Valverde Yuste -
Amor deshecho en amaneceres de sueños helados,
olas en arena muriendo con frialdad de iceberg
en bahía de trago amargo
deshilando las abominaciones de un sol
que se rinde desgastado cuando los anhelos son polvo.
Sentado con alma abierta en barrizal profundo
esperando la respuesta inacabable de marejada
esposando mis emociones
sobre costas desgajadas
con barcas olvidando sus remos.
En muelle herido donde las gaviotas vierten
la sal de las lágrimas
en penuria de anocheceres, al otro lado
donde se hunden los cimientos.
Agarrado a un sorbo de destello de pasión
en el paisaje de la otra calle
donde las reliquias siguen asustando.
Amor de luna baja
bebiendo sorbos de sonrisa desdibujada,
promesas de ascua rápida,
travesía bajo fronda de rosales podados
por la inercia de las aguas inquietas
con sus redes muertas por fascinaciones de antaño.
Cenizas quemadas por fuego de otro tiempo,
en el vasto borde de luz de un día sin fin,
las sombras se alargan
dibujando cavidades de tiempos idos,
susurros de espejismos insomnes
donde me arrastro con pasos de duelo de otoño.
Iracundo deseo de lenguas en cabeza baja
donde aquellos hechos
que nunca nacieron para ser luz a largo tiempo
deshabitan la encimera del corazón
donde se entierra la víbora,
en la boca oscura de un portal sin beso.
@José Valverde YusteA Poeta en Silencio y luna roja les gusta esto. -
Mi amor va más allá
de lo que dice el corazón de las palabras,
va implícito en la forma que mis manos
buscan las tuyas, tiene más brillo
que las estrellas cuando, a media voz,
incendian la madrugada.
Mi amor es un espejo donde se refleja
el suave caudal que en el alma luce pleno,
es la ventana de un viento de otoño,
la mañana que tiñe de plata
el follaje de tu cuerpo.
Mi amor es el silencio de tu luz
besando las sombras,
los sueños de las hojas caídas
cuando las gaviotas graznan
ante el resplandor
de tus venas abiertas.
El refugio sagrado
donde el otoño compone su poema completo,
la rama de tu cuerpo viva,
el juramento que no ha de quebrar
la voz inmaculada.
Mi amor viaja a lomos de un arpegio
tocado por una mandolina flotando en la piel,
en la nota de un domingo, cuando estás conmigo
y te siento latir.
En los soles que giran en torno a tu luna
en una habitación llena de sueños
en un cosmos con ojeras de esperarte.
Es el faro donde suspiran las estrellas,
la paz del alma desnuda,
el hilo invisible que une tus pasos con los míos
es un firmamento, lleno de palabras,
el velo callado de la senda de tus ojos.
@José Valverde YusteA El nick le gusta esto. -
Me duele tu anidado silencio,
ese dibujo de alma sobreviviente
en esos ojos delgados como el tiempo
que gira sobre la horizontal hermosura
y se despliega entre tus cejas
en la inestable senda
donde florece lo irreductible de la sombra.
Acaricio la soledad de tu alma
la singladura curtida de rojizas horas
el tapiz donde el deseo habla
con la inmediatez del olvido.
Bebo del amor
la brasa del pétalo que no se apaga
la risa descabellada del suspiro
que va a buscarte y halla
la voz de la muda tragedia.
Me adormecen los hechos
que subsisten en el plano superior
del recuerdo, en el lado oblicuo
de las pasiones rebeldes.
Me matan los palpitares inquietos
de la cascada solitaria,
la armonía de lo nuevo
que vive al margen del sentimiento.
Yo fui una vez pájaro
en tu huerto, hoy muero asfixiado
por todos aquellos recuerdos
que son cristales oscurecidos
por el tiempo.
@José Valverde YusteA Zulma Martínez le gusta esto. -
Mi amor va más allá
de lo que las palabras pueden,
va implícito en la forma que mis manos
buscan las tuyas, tiene más brillo
que las estrellas cuando incendian la madrugada.
Mi amor es un espejo donde se refleja
el suave caudal que en el alma luce pleno,
es la ventana de un viento de otoño,
la mañana que tiñe de plata el follaje.
Mi amor es el silencio de tu luz
besando las sombras,
los sueños de las hojas caídas
que no preocupa a nadie, el refugio sagrado
donde el otoño compone su poema completo.
La rama de tu cuerpo vivo, el juramento
que no ha de quebrar la voz inmaculada.
Mi amor viaja a lomos de un arpegio
tocado por una mandolina flotando en la piel,
en la nota de un domingo cuando estás conmigo
y te siento latir, en los soles que giran en torno a ti
en una habitación llena de sueños en un cosmos lejano.
Es el faro donde suspiran las estrellas,
la paz del alma desnuda,
el hilo invisible que une tus pasos con los míos
en un firmamento que nunca tiene fin.
©José Valverde Yuste -
Cuando me nombras
siento en el desgarro de tu voz,
la llamada de tus arterias,
me voy de viaje a tus ojos
que me desnudan como ola tenebrosa.
Siento la desnudez del alma
donde nace la sangre,
ese sangre me atrapa
con sus felinos dedos
me lleva de paseo
donde la sombra perece.
Con todo el mar en tu mirada
y las pupilas de un sueño de arrebol
en el horizonte,
entre balanceos de abrazos flotantes
se empaña la marea entre mis dientes.
Soy llama donde florece la vida,
espejo cóncavo donde el seísmo de la noche
que bebe de tus labios, grita,
y el frío se convierte en manto de luz.
Un pétalo de llamas húmedas
en la boca del viento.
Cuando las tardes doradas
sazonan la piel, el brillo de tus ojos
se viste de risa y el ruido del mundo
es la delicadeza de un pájaro en mis manos.
©José Valverde Yuste -
Muro henchido de felicidad,
cárcel de árboles sin espinas,
colinas tendidas al sol ,
al fondo del cañón
manto de luz que destella la sombra
confuso sin consistencia.
Piano que suena en delicada cabeza,
una nota en selva de surtidores
regando nuevos sueños,
una tecla que anda suelta
en una rendija de piano difuso
en la inmortalidad de una vida
de esplendor sin lágrima.
Rueda de molino abocada a la felicidad,
en tu boca escribo un amor
de sábanas de perfume,
en tu lengua el salmo
donde crece el infierno de fuego lleno
y tus dientes, piedra hecha del sol del mediodía
es la puerta de la rutina del beso,
esa pasión de picadura de abeja
amamantada con polen de vida.
No hay lágrimas marchitas en tu vida,
sólo bienestar y dicha,
jugo sazonador de letrina
alabando el gozo de las pestañas
que abandonan el invierno,
encontrando palabras ávidas y firmes
en un mundo de sueños completo.
¡Oh, clamoroso amor de vida plena!
vigorosa espuma que vuelas hasta mi nido
calla el murmullo de anocheceres
de lento amanecer,
dame fuerza para llegar a ser la mirada
que calma tu furia.
Húmedo néctar recorriendo el cuerpo
de sudores lleno, resbalando sobre piel
de bruma de pétalo,
caracoles babeando dentro de la casa,
trigales balanceando su sed insaciable
de cuerpo en melena desbocado.
Llévame hasta ese manjar
de dicha eterna, méceme con él,
en el aire de los amores
que llegan a buen puerto
y seremos eternamente jugos
que refresquen por siempre
nuestros sentimientos. -
Corazón herido de ayer
aborto de sombras, una ilusión apagada
en cuerpos que fueron fuego, ahora cenizas son
buscando el abrazo en la luz que los enfrenta.
Dolor maestro de cruel lección
dejando huellas de cicatrices en el alma
ojos empañados en océanos de tristeza,
yerto balbuceo en toallas de alma quieta.
Hemos cruzado universos
sobre caminos desconocidos
dejando huellas profundas en pena rota,
estrellas sin galaxia donde el amor se detiene
y las raíces ahogan la luz que no llega.
Hemos navegado en cometas celestiales
de fuego extinguido, donde expira
la temprana voz nocturna
sin dejar rastro del universo
donde sin luz lloran sol y luna.
Hemos olvidado los húmedos incendios
entre muros de angustia,
las raíces ahogaban la savia ya no llegan,
aíslan los sueños, aunque duela el suelo.
Montañas que miraban al cielo
se han convertido en la majestuosidad
que guarda el desvelo, que abraza al dolor
y el lirio maduro está floreciendo en el duelo.
©José Valverde Yuste
-
¡Oh, burbuja en el jardín
donde la luz se oculta,
pistilo neblinoso desvanecido
entre sueños y éxtasis
cuando el polen reluce
en el abismo que engulle
al renacer sombrío.
Entre pliegues brotan las rosas
sobre torrentes y relámpagos
y las furibundas llamas
trepan por los caminos salvajes
donde las venas son todo temblor
encandiladas por el rocío
que brota de las profundidades.
Vientos huracanados, inquietos
en hoja desnuda de envés, asomados al balcón,
donde dos cuerpos con diez ojos de luz
trepan en alud continuo.
Cuando lo que todos desean se afana
en ocultarse tras la sombra arraigada
en vasta llanura, de largo trecho,
entre linderos atrapados por veneros
que extienden el gozo
por la permanente rigidez del iris.
Luz en imágenes distantes,
ausencia de abejas de comunión en brasa,
rutas atrapadas en pliegues como candor
de mariposa inocente
sobrevolando la luz del umbral
donde nada se agota, es imperecedero,
como dios en su grandeza.
Ríos de fragancia anclados en playa
y yo muriendo en esta guerra
de explosiones donde la llama
muere dentro en un profundo silencio.
©José Valverde Yuste -
Voy a tu cuerpo como río al mar
cómo pájaro a su nido,
cómo brota el agua de las montañas
sin cesar, entre surcos.
Voy de mis pesares a tu dicha
bajando al pozo
donde se pierde el horizonte azul
entre laudos y cascabeles
cómo tango con concertina.
Porque tú cuerpo es tallo y relámpago,
tempestad y calma,
oasis de sed donde se desploman los delfines
y las aureolas de tus montes
calcinan las nieves del invierno
floreciendo las primaveras.
Entre tu cintura y el pliegue de tus párpados
vuelan golondrinas
y orquídeas florecen en su jugo
fragmentos de brillo despiertan la solitaria sombra.
Arqueando sobre tu flor
me siento despeñar por el valle donde nace la luz
y allí, en silencio, a la espera de lo habitable
mi corazón descansa entre musgo desnudo
que alimenta al lirio en verano
cuando se enciende con afán
la promesa que consuela al alma.
©José Valverde YusteA El nick le gusta esto. -
Déjame cruzar el límite de los suspiros,
redefinir las fronteras de la existencia,
desvanecer el efluvio de la fuente
buscando en la cascada
el otro borde de la pasión.
Déjame volar entre tus valles alados,
extender mis alas donde reinan las olas,
trazar las líneas a través de los sueños
sobre tu ropa mojada.
El reino de la lujuria fluye
en un hilo líquido al otro lado del agua
extendido hacia donde la pluma traza
su viaje sinuoso y lento
en la cola de los ojos.
Un tapiz de altos y bajos
adentrándose en tierras invisibles,
en espacios intermedios,
buscando en la cascada
el otro borde de la pasión.
Soplan las brisas salvajes
donde el tiempo pierde su flujo
en esta vasta y sagrada savia
llena de pliegues de seda
todo es raudal de dicha,
mórbido enjambre de relámpagos.
©José Valverde Yuste
-
Voy a vocear tu nombre
en la soledad perdida de tu escote,
como si anidara el anochecer
entre tus párpados
y pudiera sembrar mis miedos
en la luz de un relámpago acostado
entre tus pupilas vestidas de noche.
Hoy quiero hablar
con la tristeza de tu soledad
como un ángel con alas simples
y luciérnagas recién aparecidas.
Me inclino, en ese instante,
titilando a velocidad de lucero,
mi sangre entre auroras se despliega
sobre la almohada y se convierte
en un placer que emana
de la oscuridad a tientas.
Hoy las voces del amor
son fuego sin misericordia,
latido de aliento,
verso que renace en la luz del presente
y mueren en el recuerdo
de la manzana mordida.
©José Valverde YusteA Zulma Martínez le gusta esto. -
En las tardes de largas sombras
alargo mis redes
donde se agolpan las fibras del corazón
y el prado florece a grito lleno.
Miro tus ojos profundos,
como una raíz hundida,
donde los sueños fluyen y refluyen
extendidos hacia la suave luz de la marea
en olas arqueadas sin aliento.
Con hilos de anhelo, tejidos
con lo que sobra del alma,
capturo tu voz interior
cuando el sol se esconde
pintando olas de oro
que esperan atrapar
los secretos albergados
en el hambre de tus venas.
Comparto mi pecho abierto en canal
y siento el peso
de las profundidades de tus aguas.
En tus pulmones, llenos de mí,
respiro la fragancia de tu amor,
un rubor de rosa,
un clavel desbordado de pasión
en un mar sin límites.
Un arroyo nacido de la lluvia
de un cielo que nace suplicando,
una nota silenciosa a su pétalo,
un caótico crujido, breve y fugaz.
En estos momentos tiernos
el tiempo se detiene en tus alas abiertas,
el calor te encrespa,
los bordes levantan sus brasas
junto a un latido pintado
en un cuerpo todo lleno de tormenta.
En el fondo del anhelo
se baña el resplandor,
busco los matices de tu esencia
y surgen flores en racimo
donde se evapora la escarcha.
@José Valverde Yuste
Página 1 de 12