¡Más maderaaa!

Por esa mirada obscena
me creíste un depravado.
Solo por haber mirado
a otra mujer en la cena
causaste tremenda escena
justo en nuestro aniversario.
¡Y yo que te elogio a diario
tu cuerpo bamboleante,
tu sagacidad constante,
tu mucho mejor salario!​

 

Tu mucho mejor salario,
por encima del convenio,
es el mejor del decenio
y resulta estrafalario
en este sector terciario.
La competencia es feroz
y por momentos atroz;
tengo ofertas casi a diario,
decidir es un calvario
y hay que hacerlo a viva voz.

 

Y hay que hacerlo a viva voz
con antiguas melodías,
recordando aquellos días
de lechitas con arroz,
de esa carrera velóz
por alcanzar a Mirella,
por la sonrisa más bella
que iluminaba su mundo
y su corazón fecundo
latía como una estrella.

 

Latía como una estrella
puntos de luz en tus ojos
si de mis manos manojos
brotan sutiles y bellas
¿qué más pedir sino ellas?
La dicha mayor que siento
saber que en este momento
disfrutas de una esperanza
con el aire de bonanza
olvidaste el sufrimiento

 

Olvidaste el sufrimiento
por tu don de sacrificio.
Aguantas cualquier suplicio
para evitarle un tormento
al prójimo en un momento.
Siempre fuiste así de buena,
que te abusen me da pena
y a cambio no te dan nada.
Tendrías que estar cansada,
por tu incesante condena.​

 

Tu salida del mortajo
resulta dificultosa.
La adicción es espantosa,
te reduce a renacuajo
y si un adicto contrajo
honda drogadependencia,
requiere mucha paciencia
el lograr recuperarlo.
Lo difícil es cuidarlo,
atento a cualquier urgencia.​

 

Atento a cualquier urgencia
debe estar el enfermero,
cuidar gente con esmero
cuando nazca la impaciencia
el estudio, la experiencia
que los libros han juntado,
revisar el resultado
de sintomas que padece,
si de repente perece
llamarán a un abogado.

 

Llamarán a un abogado
para meternos un juicio.
Reconozco, es estropicio
que le hicimos, ha pasado
el margen de lo educado
pues "regala" mucho el perro.
Si bien el tipo es gamberro,
en verdad tiene razón;
dejarle el patio marrón
ha sido un enorme yerro.​

 

Cayendo por el barranco
yo le declaré mi amor
y producto de ese error
ahora me dicen El Manco.
El brazo casi me arranco
tratando de sostenerme.
Tardó mucho en responderme
mientras yo esperaba el “Si”
-Apúrate- le pedí
casi a punto de caerme.

 

Abajo llegué hipotenso,
pero fue por su rechazo.
Mi pecho es solo un pedazo
de rencor por el suspenso
de esperarla como un menso,
a pesar de mis fracturas.
Esas rocas fueron duras,
mas las prefiero a su hielo.
Ella busca, con su vuelo,
únicamente aventuras.​

 

Únicamente aventuras
en lo que resta de vida.
Al final de la partida
para seguirme te apuras
ya me salgo de amarguras
y de tomármela en serio
se acabó mi cautiverio
es el pago que recibo.
Mi conteo es positivo
ando detrás del misterio.

 

Ando detrás del misterio
de tu mirada perdida.
¿Es un amante, mi vida,
o un problema menos serio?
Te cuento que el cementerio
de arrepentidos, rebasa.
Yo a cada mujer mujer que pasa
le dedico mi atención.
Le consulto al corazón
por si lo nuestro fracasa.​

 

Por si lo nuestro fracasa
tengo mi plan preparado,
compré casa en un poblado
con imponente terraza,
donde el sol viene y te abraza
cuando se apaga una hoguera.
Levantaré mi trinchera
por sobre mi corazón
y gritaré a la razón,
que renuncie a su ceguera.

 

Deja esa pose indecisa,
ya pareces una estatua
con moho pero aún fatua,
cual mítica pitonisa.
Caminas por la cornisa
de lo insulso y lo banal.
Solo te generas mal
y el mal solo mal cosecha.
Vas a terminar deshecha,
perdiendo tu aire triunfal.​

 

Tan grande como una seta
en mis praderas de infancia
luce, escasa de elegancia,
tu cabezona silueta.
Te has pasado con la dieta,
pura testa, piel y hueso
has terminado por eso,
y falto de vitaminas.
Pareces humanas ruinas
con tanta falta de peso.​

 

Con tanta falta de peso
me despacha el bodeguero
que con un golpe certero
le voy a romper un hueso
con tal de salir ileso
lo tomaré de sorpresa
antes le ajusto la pesa
que a nadie más perjudique
porque penique a penique
roba el pan de nuestra mesa

 

Roba el pan de nuestra mesa
la inflación descomunal.
Es fenómeno global,
por eso a todos nos pesa.
No me resulta sorpresa
si un político se encarga
de decir que es una carga
impuesta por su rival.
La demagogia es un mal,
nos deja secuela amarga.​

 

Nos deja secuela amarga
la esperanza que es eterna,
cuando en el alma se interna
como si fuera una carga,
el sueño en ella se alarga
y en el viento se dispersa
como una masa perversa
que va creciendo y te amarga,
toda tu alma te embarga
y ni el aire te conversa.

 

... y ni el aire te conversa
en estos parcas regiones.
Seres que parecen drones,
son hijos de una perversa
disposición que malversa
todo el capital humano.
Se ahoga cualquier paisano
en su mar de indiferencia.
Aunque me tienen paciencia,
me deben creer marciano.​

 

Me deben creer marciano
por ese día apestoso,
comí como come un oso
sentado cerca de un piano,
con mi amigo el Colombiano
tragamos cuanto pudimos,
por los antros anduvimos
hasta que me puse verde,
tal vez mucho no me acuerde
tampoco sé si volvimos.

 

Tampoco sé si volvimos
de tamaña trapisonda.
Bebí en exceso en la fonda
de mala muerte que fuimos.
La gresca sobrevivimos
pero ahora, ¿dónde estamos?
¿Y por qué nos peleamos
con los mismos personajes?
Intoxicados, ¡qué viajes
en la mente fabricamos!​

 

Con los mayores empeños
busco refinanciación.
Con las deudas del montón,
que no nos pongan risueños;

asumiremos ser dueños
también de esa obligación.
A ese banquero cabrón
lo veremos en los sueños,

pero no te desalientes,
mi amor, vamos adelante
sin pensar en el pasado.

Aún nos quedan los dientes
y libros en el estante.
Lo básico hemos guardado.​

 

Lo básico hemos guardado.
previendo malos momentos
primero los sentimientos
después el árbol amado
el sendero transitado,
y experiencias que he vivido.
Lo que hemos aprendido
es mayor adquisición
que riqueza y posición
nunca podrá ser perdido