La sombra de la jacaranda es la suite presidencial de un hotel submarino. El horizonte que empieza con los ventanales y se pierde en una danza de...
me estás mirando, permaneces en la noche como un ramo encendido, hojas de tus ojos, tallos de tu talle, de tus colores las corolas, pétalos tras...
El animal más hondo se manifiesta cuando tus pies tocan el piso frío, pero ahí está de nuevo la mañana, siempre despertando en ayer u olvidando...
Si mi sexo te escupiera en el ojo ¿dirías que me he parido desde mis entrañas para tú llorarme – Sombra mía? Quisiera golpearte hasta hacerte...
Agosto es para los duraznos lo que en noviembre eres para mi boca: una mancha de dulzura que dispersa sus labios por todo el cuerpo; terciopelo...
Un muerto te escuchó cuando gritabas con sangre en la boca, con sangre en el grito, mientras te derrumbabas en los quince pasos que duró tu sombra...
Tú y tu lengua de sábila para un corazón varicoso, apuntalado con contraseñas de seguridad nacional por su alergia al polen y su propensión al...
Entre toda la materia y la antimateria, mi gusto es servirme de tus átomos, degustarte sin cuchara, con las manos, directamente del espacio que...
Por efecto sinestésico de orden cultural el vocablo distancia me huele a azul. Sí, Azul... como ese repugnante libro modernista del Darío más...
La voz desde su vejiga ignota arañaba el recién esmalte de mi garganta; el ojo minutero esculpía su estalactita de caer y solo el grito joven se...
Eres tú, soy yo, es más lo que no somos e intentamos; eres la no caña de tu talle donde más flexibles son mis vértebras cuando arrecía la zafra...
te sientas en la acera como para saltar del puente más alto mientras esperas el taxi / te nublas hundes los pies en el océano del pavimento estás...
Quisiera que el corazón de verdad me doliera como duelen los mapas cuando todo está perdido, como el dedo sin el dedal cuando la aguja atraviesa...
Me miro en tus manos antes que en tus ojos por evitar el vértigo, la perversidad de caer. Me amoldo a tus manos para que me sientas, para sentirte...
Luego sacaron de mí muchos muertos, algunos todavía respiraban. Eran como pescados en la orilla negra de un desastre ecológico, un paisaje de...
Denuncio que esta floral mujer sin hojas, pero no desnuda, me está otoñando la primavera, está estiando la nevada del último diciembre en este...
Calculus, así llamaban los del antiguo Lacio, tiernamente, a cada piedra con que enseñaban a sumar a sus vástagos, ya plebeyos o patricios o...
Abrimos los ojos, brazos, bocas, vientres como un libro de relatos orientales, nos abrimos en el número de página siguiente a la que no hemos...
A la pobre silla de la abuela se le ha roto una pata, no puede caminar. Por la ventana se cuela una bocanada de luna partida a la mitad y en el...
Si tengo que hablar de flores diré lo del tiempo, y no habré callando nada. Con tres o cinco pétalos se puede decir temprano o atardecer dormido;...
Una mirada no soporta lo que el hilo de una telaraña, por tanto no creerías si te cuento que he visto a tus ojos levantar al sol mientras lo...
Cuando en tu profunda sombra se haya quemado el último haz de mis palabras, frente a ti quedará la penumbra del camino con sus altos susurros de...
Trato de recordar su nombre pues algunas (o varias) veces me lo han mencionado, pero solo puedo recordar la impresión que me producían esos ojos...
Besar los barcos en las raíces azules de tus muñecas, mirar a los ojos al sol que se hunde entre tus pechos, sentir que tu corazón es una alberca...
La semilla de distancia no sabe sino florecer en ausencia. Sé qué podrás respirar su perfume sin que sea nada. Allí seguimos abrazados, unos...
Nada me duele. No es cosa de que te llevaras el corazón y me dejaras la arritmia cardiaca, como lo imagino a veces. Es la retórica bastarda de...
Aquí se refugiaron dos amantes del recio azote de la lluvia; dos exiliados del cielo lacustre, inundado de estrellas muertas, alcantarilla vil de...
Enjuagas la ropa en el lavadero; tus manos están rosadas, llenas de surcos que no arden, que no engendran. Las líneas entretejidas en el suéter...
Sigo pendiente de ti, de que no fibriles longitudes sonámbulas en las noches con pasos de aleros, de que no se te pierda en los cajones más altos...
La escoba no es pájaro, el pájaro no es silla, así que no soy tan necio como para barrer este muladar con una urraca o sentarme a escribir tantas...
Una de tantas que equivoqué el pie, cedió la rama, caí del árbol, o envergadura verde, caí de bruces sin triturarme un fémur, sin descontar mis...
¡Para ti todo es poesía, pendejo!, relinchó, y dejó caer la taza de su café sin azúcar. Estaba yo por decir que me mal juzgaba, que todo esto era...
Porque no eres aire, pero eres aire donde se ejecuta el fuego, combustionan tus células, es tu cuerpo una madeja de llamaradas, pero no eres...
Puedes hablar en todos los idiomas de la tierra, los vivos, los fosilizados, pero nada comprendes de lo que las cosas te dicen, sino con tu...
Para Manuel Serás mi hija todo el tiempo, y de todo el tiempo, cada instante serás mi hija. Lo eras ya cuando te movías en el vientre de mamá,...
A una hora indeterminada el agua comenzó a tener sed, pero el árbol de los cántaros se había dormido. Alejandra, ya sin su sombra, solo tenía...
Digamos que los buenos ratos fueron más, como cuando me sonreías hasta con el escote y se me olvidada parpadear, respirar, y era lo mismo que...
Con un trozo de carbón de mi mano incinerada dibujé sobre mi pecho una mano, el contorno de una mano en la escena de un crimen abominable, como...
Dice este señor que en el cerebro mantengo atrapada una bestia de icores, cables chamuscados e imanes para los murciélagos y las Putas asesinas,...
Hasta donde nos hagamos humo, el límite de la llama donde se pierde el borde y el aire quemado se avanza en cielo. Ahora somos carne; eres...
Te tengo tanto aquí como el universo mismo te tiene a cada instante; pero el universo morirá más viejo que yo sin saber que te ha tenido, mientras...
Me lees la suerte en la mano, me calculas la hipérbole de esta luenga vida, me llamas necio porque me río, me lago, me arroyo, como un barquito de...
Las estrellas no saben contar luceros, Liliana, ni se preguntan cuántos millones de ojos nos estarán mirando allá arriba, porque estamos arriba y...
Enfermo de vida, atascado en todos sus engranes por la halitosis del dios Dios, el hada helada, el lado helado del Hado, apestoso, sin sacarse de...
La luz oblicua se parte contra tus vértebras: tu sombra frente a ti es larga como un río que alimenta la noche, es quieta como un remanso con...
He pulsado tantas veces esta hache, tantas. Me miró hacerlo con veinte años menos en la Olivetti descarrilada. Su funeral fue solitario, en un río...
Tú, en la cumbre nevada de tu sueño; yo, cerca de la estrella que te besó los párpados. La noche es una orilla de la sábana: más allá está la...
De tu boca de decir donde cabe el silencio de besar, todas las palabras y ninguna, un beso todo el tiempo y una vez todos los besos de tu boca tan...
Y miramos la columna de humo detrás de la loma maraña de rostros en ascenso, ¡el sol se está quemando!, la tierra ha perdido el suelo, huele a...
Una palabra que acaricie tu pelo, más lenta que los caracoles con que te deslizas en mi memoria, cielo de Van Gogh en la leche del café con cirros...
Sucederá, pero no todavía, todavía pertenezco a la vida acuática de tus ojos, soy un renacuajo de tu dolor, un dolor de tu sombra en alguna parte...
Suspensión dinámica Existe entre los dos un sitio donde tu sombra se levanta en llamas y mi tacto se desprende de sus límites para adentrarse en...
con el profundo tuétano del beso circunnavegamos la boca hasta que no se acabe hasta que ninguno salga hasta que el hambre de tenernos reparta el...
Tu corazón, niño de pecho en la escala musical, cabía en mi oreja, pero nunca en mi mano. Aprisionar jilgueros con estatura rutilante no es mi...
Tienes los ojos equivocados, Atalí; creo que tú miras con algo recóndito que nace constantemente en tu pecho; no sabes observar sin irte en...
Presientes una ameba muerta en el punto de icor sobre el colchón: tu día de asueto recién ha comenzado. Palada tras palada apilas las cobijas...
Tu mano confiada se hunde al acariciarme, soy río de tránsito y de reír tus cosquillas, tocas el fondo, la música, el limo, las piedras, tu sed,...
Te esperé en noviembre todo el año de anoche, pero todavía tardé en nacer hasta que tus manos lo quisieron. Anduve sin cuerpo por las...
Contigo todo, desde la raíz de tu nombre en mi garganta hasta la copa de tu silencio que me llama a tus labios, aguardiente que nos apaga la voz y...
La silla conserva tu modo de cruzar las piernas con los talones fuera de tus Converse deprimentes; los círculos redondos del café sobre una...
La tierra usurpa las manos que rascan el fondo del pozo. Cada vez más tierra en los puños, cada vez más barro en el corazón; soy el pozo que...
Intento cerrar mis ojos, pero ya están cerrados. ¿Qué estoy mirando entonces? Más cerca de mi mirada que de mis ojos, estuve junto a mí todo el...
regresas de la cocina / entre la humareda tu cuerpo se desprende de la canción que cantas te acercas bailando / la música fluye de tu contoneo...
En nada te gasta todo el tiempo que gasto en recordarte: siempre estás creciendo, siempre. Y el siempre no termina, aunque todo termine. Tu...
Escribir es mi forma de no morir mientras estoy muriendo. Cuando no escribo, la vida pasa de largo, no se detiene a esperar por mí, que siempre...
Nada de lo que te doy puede acumularse en tu bolso, ni un gramo de la tarde cabe en este papel arrugado; si te hace llorar o te hace reír,...
Desearía obsequiarte la copa el árbol al que más alto trepaste cuando eras niña porque lo he mirado crecer en tus ojos cuando llegas a ellos desde...
En mi enumerar el cielo a menudo me siento como un charco o como un charco que me siente. Me defino tranquilo, escupiendo mis orillas, nadando...
Si cierras la ventana es probable que estés a salvo del ruido, los gérmenes y las galaxias de mosquitos carnívoros, de todo eso que te hace...
A menudo las cualidades perceptibles -superficiales, por llamarlas así- de una persona la convierten en objeto de deseo, pero es más complejo...
Mis labios se perderán de tu nombre, se perderán en otros nombres a distancia, en otros dientes, en densos caudales de saliva que lo mismo me...
Si el antes persiste después del nunca y tu sombra se levanta más temprano que tus legañas y el ánimo te queda de pantufla, descose tu mirada de...
De tanto tragarme a mí mismo, me estoy muriendo de empacho, de diarrea. Ansío vomitarme y que el vómito no llegue al váter, que se consuma a ras...
Un pez eólico salta del acto de escribir, aunque la línea de arriba no es precisamente un río, más bien es como un puente de viento que fluye de...
Tengo contigo un trato especial, pálida amante. Conoces el más de dos cuando cuentas los cristales de mis huesos y haces sonar mis dientes en la...
El cempasúchil es otra forma de abrir los ojos al cerrar los párpados para apropiarse del primer sol, fogata donde arden todas la miradas con su...
Afuera, el tren no puede detenerse. Sin escuchar un ¡crash!, la madrugada se destroza. Girones de estrellas escurridas penden de las ramas de un...
Caen las primeras gotas del día en las ranuras de tu mirada; en la habitación se derraman tus ojos, cucharada de café disuelta en la vaporosa luz,...
Como un suceder te entiendo. Sucedes, amo el prodigio de que sucedas. La exactitud de átomos para ser tú, el bastión de tu estatura con relieves...
No me faltes, pido que no me faltes, pero si llegaras a faltarme, llévate algo mío que reclames como tuyo. A mí, por ejemplo. Completo de estar,...
El verso me sorprende barriendo, pero el techo está siempre caído. No importa. Son unas ganas de asesinar tu nombre, de aprender a callarlo como...
Un vaso de papel, sin borde ni fondo, almacena mi sed; el día que tú quieras, te la doy a beber, grietita de nube que no sabes llover. 24 de...
Ahora que me he detenido un instante todas las ciudades han trepado a mí, me ocupan los solares y las arterias, desecan mi numínico charco con...
¿Qué nenúfar de abismo es ese que sale a flote en tu reflejo? Tus pezones embriagados de café, tu cuerpo en total cabalidad de jengibre y...
La vida era apenas la luz mojada del sol que combustionaba una molécula, pero el mapa de nuestras manos estaba ya escrito en esa cadena con la...
No es el diablo de la carne, sino la pimienta y a término medio. Avanzar por esos jugos vagamente cítricos con los dientes de arena todo el...
Al día siguiente de la casualidad del olvido habrá una paz desabrida, plenitud de luz sin mundo en la avenida lúcida de rectitud y de llegada....
Ella fuma de la luna sus pestañas largas; el humo sabe tan alto como lágrima hundida en la raíz del árbol que camina por la madrugada con los ojos...
Mi mano en tu pecho es un sismógrafo; mis labios, un caracol. Dormir en tu lentitud es el deseo de escuchar lo que leerás en mi epitafio una...
Vengo de no soñarte porque la madrugada tiene ojos de serpiente, mirada larga entre los escombros de mis parpadeos reptantes y tus pestañas...
Para residir un vacío con otro vacío el corazón escribe solo con sus agujeros, los naturales o los adquiridos, en el aire u otras cortezas menos...
Fue lluvia y es esqueleto, caudal fantasma, aire de ojos que se aglutina en torno a un breve cristal de apetito, gota de sangre que toca la orilla...
Habitantes de tus imágenes, mis manos. Mis manos más que las sierpes de la memoria, más que el envés de los ojos perpetuamente cayendo en el...
Tus manos son la primera piel de tu corazón, latidos que expanden sus caricias, adentro que se agolpa hasta tu borde y salta tus fronteras para...
No me derramo cuando me rompo, escucho el distante crujido de mis huesos y viajo a velocidad mirada, pero siempre llegó tarde al apagado de mis...
A veces amanece tan tarde que ya es pasado mañana, pero Romina deja que la ventana escape por los aires y emprende un asalto al invierno con sus...
Roban el vuelo de un pájaro que anochecía - Se reportan miles de estrellas afectadas por un sueño de blancura morbosa. En el instante más...
Acorralados por los hongos que nos persiguen la quietud, con el agua de lavar trastes filtrada hasta los huesos y la espuma de las manos fluyendo...
Embriagado de tu ausencia, mi soledad es tu escondite. Y no sé por qué te grito ¡Ábreme!, si yo cerré la puerta. Cerré mi corazón y solo yo me...
Soledad de aguas profundas, soledad azul de los recuerdos, soledad maquillada de alquitrán, caras arrastradas por el viento. Me escapo siempre...