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La Tiburona

Publicado por Robsalz en el blog El blog de Robsalz. Vistas: 215

Entonces lo miré, dormía plácidamente, se veía calmado. Yo estaba recostada junto a él, con mi pijama negra, que tantas veces había lucido para mi esposo.

- Sabes Teo, tuvimos que hacer esto hace mucho, en serio - le pasé mi mano derecha por el cabello - creo que en cierto modo, esto mejora nuestra relación.

Nunca lo había visto dormir de esa manera, realmente descansaba. La noche estaba hermosa, yo comenzaba a sudar por el trabajo acumulado. Ahí, con las estrellas como testigos, estaba contenta, sí, estaba feliz. Teo ya no era el lobo que me había hecho enfurecer por sus líos de falda, por tantas veces que frente a mis ojos le había coqueteado a alguna mujerzuela... la cajera del supermercado, la chica de la panadería, la estúpida que tenía su propia tienda de antigüedades en el centro.

- Estaba pensando, que tal vez mañana podría comprarme algo lindo - le di un beso, sin que me lo correspondiera -, vi un vestido hermosísimo donde Yesenia. ¿Te acuerdas de ella?... la mujer con la que reíste hace dieciséis días en el mercado.

Entonces empezó... sentí una gota caer en mi rostro, las nubes oscureciendo. Me levanté, retomé mi trabajo, faltaba poco. La lluvia iba acelerando, quitaba el agua de mi rostro. Estaba listo. Tomé a Teo por los brazos y tan fuerte como pude, lo jalé y lo introduje en la fosa que acababa de cavar. Luego volví a tomar la pala y a sellar la fosa con tierra. Parecía dormido, el veneno había sido suficiente. Bajo tierra nunca volvería a serme infiel.

FIN
A José Valverde Yuste le gusta esto.
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