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Aldana

Publicado por Robsalz en el blog El blog de Robsalz. Vistas: 82

Abril 2020

- Si me ayudas a sentirme bien, te doy un beso en la mejilla.
- Y, ¿para qué quiero un beso en la mejilla?
- Para que ese color rojo que tienes en la piel se sane.

Comencé a llorar, por todo, porque me da miedo sentirme bien, me da pánico despertar un día y darme cuenta de que todos tenían razón, que yo nunca estuve enferma. Siempre que me preguntan cómo estoy, mi respuesta tarda en salir, me abrigo en este castillo helado que construí con tanto esmero y pongo un barquito de papel en la bañera, con tantos pensamientos, pero apenas cae la primera gota de agua, se moja y se desmorona.

Claro que hubo un tiempo en el que fui feliz, en el que llegaba tarde los viernes, despertaba los sábados con total energía y los domingos eran un día de fiesta, de ponerme bonita, de vestirme con mis mejores trajes, mostrar algo de piel, atreverme a ser yo. Me prometí que, si supero esto bien, yo voy a ayudar a la gente que pasa por lo mismo y espero que alguien cuente mi historia, pero antes debo lograrlo, por mí.

Cuando veo a las otras mujeres, me doy cuenta de que no tengo nada que ofrecer a un hombre, nadie tendría la vergüenza de fijarse en alguien como yo. Mis demonios han hecho un trabajo formidable conmigo, los felicito, lo que han logrado, no me lo imaginaba a mis quince, ni a mis veinte. Soy la sumisa que no consigue levantar la cabeza, la ansiedad es mi mejor amiga, mi cerebro, mi peor enemigo, sabe todas mis debilidades y sabe la manera exacta de elevarlas al cuadrado. A veces creo que nadie me notaría si yo fuera la última mujer en el planeta Tierra, si eso sucediera, el mundo entero se volvería homosexual. Lo mismo da el amor que un romance de una noche, ninguno de los dos es para mí, ninguno está preparado para convivir con Aldana y sus melancólicas personalidades.

Mayo 2025, cinco años después.

- ¿Aún me darías el beso en la mejilla?
- No, ya no te lo daría, mi beso sería en la boca, con mi lengua rozando la tuya.
- ¿Cómo hiciste?, ¿cómo te convertiste en la flor que nace cada cambio de estación?

Aprendí a no escucharme, un día cuando mi mente me decía que iban a enterrarme, en vez de llorar, me di una bofetada. Entonces me miré, yo era hermosa, con esa seña de mis dedos en mi mejilla izquierda, era hermosa, con esos kilos de más, era una diva. Ese día me di el primer beso en la boca, frente al espejo, me besé por todos los besos que me había negado a mí misma, por eso, me negué a besarme la mejilla, yo me merecía un beso en la boca, yo merecía ser feliz.
A José Valverde Yuste, Alde y ca_dcc les gusta esto.
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