1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

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  1. Sintió la mano tibia de él mientras subía por su muslo, al tiempo que su lengua le examinaba la boca, casi a mordiscos, intentó detenerlo, pero antes de darse cuenta las manos se encontraban ya cerca de sus nalgas intentando abrirse camino entre las telas de su ropa interior, “sin miedo” dijo ella y él recorrió el filo de su cuerpo sintiendo como empezaba a jadear el sudor, ella no tardó en posar su mano sobre su pantalón para atrapar el leño que de ahí emergía, agitándolo suavemente, domándolo, tratando de incendiarlo, abrió la cremallera para acariciarlo mejor, los dedos de él le recorrían ahora la abertura de las nalgas y bajaban para darse cuenta que ella mojaba ya su ropa, él bajó las telas hasta sus muslos y con sus dedos recorrió el sexo de ella, abriéndolo suavemente, disfrutando la humedad que abundaba allí, ella hacía lo mismo, bajando el pantalón y despojándolo por completo de la ropa que estorbaba, mirando aquél juguete que se levantaba sólo por ella, acariciándolo, tomándolo como suyo, besándolo, comiendo, mientras él entraba con su dedo medio en ella, él se acostó y ella disfrutando se sentó sobre él, poco a poco, dejando que el miembro de él resbalase en ella, en su humedad y dejando que entrase a placer, era su casa.
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  2. Desde aquí en Costa Rica, espero y confío en que este evento de la naturaleza que llega hoy a nuestro país, no nos haga lamentar pérdidas humanas, ni aquí ni en nuestros países vecinos.

    Las pérdidas materiales no importan, todo eso es superficial.

    Que Dios nos bendiga y que proteja a Centroamérica.
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  3. No quería hacer nada especial, solo quería ser persona libre, de esas que ven las nubes y le hayan un lugar en el baúl de su imaginación, ser persona libre y soñar con caracolas que llevan el sonido del mar si las acercas al oído, despertarme pensando en nada y no sufrir más que por lo necesario. No quería hacer nada especial y terminé pensando en todos, terminé sufriendo como todas las semanas, no quería hacer nada especial y terminé siendo yo otra vez, teniendo pesadillas en las mañanas, planeando cosas que nunca suceden, escarbando huecos en las paredes que nunca tienen señal de encendido. No quería hacer nada especial y terminé rasgando un beso, terminé grabando memorias en un casete, recordando muy buenos tiempos que llegarán mañana también.
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  4. Maravilloso abrir las ventanas y mirar que es invierno, no me gusta el verano, detesto ese calor insoportable que me debilita, prefiero el frío y la melancolía del invierno, que parece llevarse mejor conmigo.
  5. Hoy amanecí con ganas de despertarme de los últimos días, con ganas de sentir un soplo de luz en mi nuca, he tenido pesadillas sin estar despierto y es peor que tenerlas dormido. Al menos dormido de repente logro reaccionar y darme cuenta de que no es cierto. Las pesadillas diurnas son más negras, más intimidantes, creo que es por la sensación de saber que aunque me pellizque siguen ahí. Llevo varios meses de estarlas padeciendo, al inicio creí que era solamente algo temporal, !error!, se van agigantando, crecen como la espuma de una cerveza fría, aunque en contrario a ésta diría que no tienen buen aspecto. Trato de vestirme con colores alegres, pensando idiotamente que tal vez así se disimulan, pero son tan expertas en camuflaje que se mezclan en los colores y los van ennegreciendo. Llevo un carrito de temores que me acompaña hasta al baño, que para mi desgracia nunca se queda sin gasolina, prometo en lo posible tratar de desmantelarlo, pero no es cosa mía, es cosa de esas malditas pesadillas que me siguen en el camino. ¡Ayuda!....
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  6. Soy dama de la más fina clase
    pero quisiera perder la compostura con vos,
    exponerme a la idea de hacer malabares
    y conocer el amor.

    De donde vengo son moral los modales,
    y nunca se aparece un hermoso señor
    que apague las velas de la pereza
    y que encienda la tea que respira pasión.

    Mi cuerpo no conoce el deseo
    y la locura es una carta que vi en mi buzón,
    trae un silabario contigo
    que hoy si es preciso puedes darme lección.

    Apagando las velas de la pereza
    y encendiendo la mecha de la insinuación,
    espero que amanezcas conmigo
    que mi cuerpo es cobijo para estrenarlo mi amor.

    Respirando un aire fresco de vida
    descubrí en mis pupilas una lágrima que lloré
    emocionada de sentirme amada
    y descubrirme mujer.