YO Y MI ANDAR.

Dulce andar que dejas surcos en la arena,
deja ya que el tiempo detenga su entrega.
Deja que mis manos sigan siendo aquellas,
que den firmeza al timòn y halen la propela.
No permitas nunca caer en mì la pena
de sentirme inùtil ya sobre esta tierra.
Déjame seguir sintiendo que pueda,
que aun si fuese engaño ya no siento pena.
Dulce en mi recuerdo ya lejos se quedan,
todos mis esfuerzos todas mis quimeras.
Hoy miro a mis hijos sangre de mis venas,
como crecen fuertes y de mi se alejan.
Las ganas se fueron fuera de mi vera,
ya solo el cansancio llega a mi sin pena.
Cruel correr de años la vida se llevan,
corren como el viento y lazos no me quedan.
Muero en el afàn que me ancla en esta tierra,
déjame entender que algo allà me espera.
Hay andar que gozo siempre en ti me dieras,
lo malo sacaste y lo bueno, me queda...​

 

Derrotismo y un final de esperanza me sugieren tus palabras Yanco.
Grata lectura.
Saludos y buen descanso.

 

Excelente poesía , saludos

 

Honrado con su visita Acnamalas.
Saludos.

 

Sus palabras animan los deseos de manifestar los pensamientos.
Gracias amigo Dulsagi.

 

Oscuridad primera y tinieblas en el alma del poeta
que con el paso de los versos se vuelve luminosa esperanza.
Saludos Yanco, ha sido un placer leerte compañero.

 

Un placer como siempre amigo Dulcinista.
Saludos.