Yo, aquí. Tú, allá.

Yo, aquí, extrañándote como siempre.
Tú, allá, olvidándome a tiempo completo,
recordándome a ratos.
Pero qué se le va hacer,
si el tiempo no nos da tregua
y la vida no nos dejó alternativas.

Yo me quedé sin opciones
y tú para elegir.
Y elegiste bien supongo,
la comodidad de la cercanía,
de un amor correspondido.

Yo en cambio no tuve la misma suerte,
la vida eligió por mí,
y decidió la soledad hacerme compañía.

Sabes? a veces la vida pierde el sentido,
no sólo por ti por tantas cosas.
A veces se parece a un mal sueño
y la muerte aparece como una solución aparente,
transitoria.

Pero no es cierto. Hace falta el valor,
se vuelve una idea fugaz.
Prefiero seguir soñandote.

Lo sé, como todo, pasará,
pasarás hermosa. El dolor también.
Pensaré en ti y no te seguirán las lágrimas.
Serás un hermoso recuerdo
y mi mente vagara al pensar
que será de tu vida
porque ya no tendremos contacto.

Sin embargo, ten la seguridad
de que te colaras, si lo harás,
entre mis pensamientos...​

 

Se le da a la soledad la bienvenida en muchas ocasiones en la vida,
hay que recibirla, y alguna vez, despedirla, por que no?
Un saludo cordial.

 

Difícil entender y más difícil aceptar esas vueltas de la vida que terminan con los sueños y cierran las puertas de la ilusión y el amor.
Certeras reflexiones en las que sale triunfante el lado bueno de la experiencia, redactados en sentidas líneas con las que de una u otra forma nos identificamos.
Saludos cordiales

 

Querido amigo Luz y Absenta, gracias por rescatar este hermoso poema de mi pequeño repertorio, en efecto, fue un amor que se resistió a morir, pero que se ha diluido en el tiempo, convirtiéndose en otra cosa, pero como el amor es energía, nunca muere, se transforma, gracias totales. Saludos, Musa.

 

Bellas reflexiones melancólicas para un bello poema en el que sobrevuela una ausencia que marca sus letras, el olvido nunca es total pero si los recuerdos se vuelven más dulces con el tiempo. Me ha gustado amiga Musa. Abrazote vuela. Paco.

 

Hay tristezas mas grandes que el tiempo mismo, el corazón se aferra a esos recuerdos que cuestan sanar, llevan tanto dolor que ni la distancia los extingue, el alma empieza entonces a volverse de hierro...
un gusto leerte, saludos y abrazos para ti.

 

Wow amigo Arnet, gracias por leerme y comentar, sus palabras me han llegado al alma, no pudo ser mas exacto, saludos cordiales.