Una figura peligrosa

Una figura peligrosa

Pirámides zigzagueantes, pequeños obeliscos
en la palma de Buda, ríos de sexo oral
y un cubierto de tres puntas.
Fresco como un pejerrey de río,
te quiero, te quiero y muerdo la harmónica
para que oigas la ergástula
que se forma en mi estómago de acero.
Pues te quiero con el diente, con el busto de miel.
Me haces daño, me lastimas con la tachuela.
De ébano es la cintura y de bridas
de equinos esclavos tu pelo.
Presiento que eres milenaria, como la xenofobia
y el chocolate.
Mejor busquemos nuestros féretros
en cualquier momento podemos irnos de viaje.

 

Caminando en el lado salvaje... hermosa composición, imaginativa apuesta y un léxico de los que se recuerdan...