Una de esas

Una de esas


Quisiera ser tu poeta nocturno,
el poeta que te cante los versos más profundos,
y dejar que te olvides de los errores,
eres la fragancia que me saca los colores.

Tu voz es coreada por los ángeles,
placer sonoro para mis oídos eres,
mi poesía no es nada sin tu recitado,
sin tus labios, mis palabras y proverbios son olvidados.

Eres la lluvia que no cesa,
porque no hace falta que así sea,
a veces quiero estar lejos de ti para recordar tu silueta,
y escribirte los poemas que mi boli jamás escribió,
soy un pecador, pero muero por ti; así soy yo.

Sólo soy un pensador, no soy nada más,
tengo el papel que me mira como si fuera Satanás.
¿Quién soy yo para poner mi huella en este camino?
Sólo soy viento. Sólo amar sin Afrodita y sin Cupido.

Ni siquiera soy yo el que escribe esto,
es el hombre que imagina el lector que está leyendo,
no me tomes por poeta, yo soy ningún ejemplo,
el señor que está detrás murió cuando entró en este templo.

¿Y quién me quita esto?
¿Quién me va a quitar el sentimiento?
¿Quién me va a quitar mis frases que no son nada?
¿Quién me va a quitar los hechos que podrían ser cadetadas?

¿Quién me va a quitar ese día de noviembre,
donde Javier murió y nació otro;
que nació sin amores ni maldades,
y creció y creció hasta llorar por un devoto?

Ese pobre corazón escondido…
Que a la sombra de ese árbol se ha dormido…
Que sólo despertó para cantarle a vos…
Y dejarle en un rincón los secretos de su corazón…

Maldigo a los ojos que te miraron,
porque odio la mirada que fingida en mí vieron.
Mis ojos no brillaban de verdad,
mis ojos sólo estaban condenados a mirar el pecado de amar.

Estoy en una cárcel con las puertas abiertas,
si salgo, quedo en manos de madre naturaleza.
Sólo recé una vez para mantener la esperanza,
de que ella me dejara presenciar su bella sonrisa pero falsa.

Desde entonces, Javier renació,
desde entonces tengo dos caras y un adiós,
adiós al árbol donde morí,
pero aún recuerdo su belleza que pude sentir.

Pobres nosotros los poetas, siempre nos devuelven a la realidad;
no nos dejan soñar; después de horas escribiendo sin parar.
No es dios el que nos devuelve,
es la Poesía; nuestra religión en la que creemos para siempre.

Pero no nos entienden, no somos de lo extraño duendes,
podemos amar a la doncella más pícara.
No entienden cómo podemos sentir cosas que no queremos sentir,
soy el príncipe azul de mi propia dama de mi cuento feliz.

Oscura mi cúpula celeste cerrada,
ella tiene la clave de mis dos manos atadas.
Sigo siendo impío ante la amazona
que con su lanza me clavó y hasta hoy sigue clavada.

Siento el fuego; el candil encendido de por vida,
el postre preferido que insulso se olvida.
Me siento como un dios pero a la vez como un patán,
soy el rebuzno de un asno comido por la soledad.

Soy el miedo a esa posible mirada,
mortal si es para la mente dirigida o mandada,
me imagino a un basilisco en lugar de ella,
me mata por dentro dejando ciega la luz de mis estrellas.

¿Qué sabrán aquellos de abandonos?
Si la vida les ayuda cuando están al borde del lodo.
Si la fuerza no vale nada si no se controla con la mente,
si un compungido permanece los jueces “Sentimientos” se lo agradecen.

Yo comí de la compota cuando no debí hacerlo.
El tiempo es el único que decide lo que es cierto.
El tiempo pone a cada uno en su lugar,
mi lugar es obrar bien para que los demás no obren mal.

Deja que sea el poeta de tus días
deja que mis palabras rompan tus vías,
deja que el tren elija su propio destino,
déjate llevar por la libertad de tus sentidos.

Quisiera volver a ser un niño…
Alumno de la abstracción, maestro de lo abstracto…
Mi historia es una de esas donde la mente es un pestillo…
Quiero hacer temblar tu piel para después dominar tu tacto…

¿Porqué los llantos no alivian esta certeza,
si soy un escalador de altas montañas pero no puedo con esta?
Si se vive para luego morir, ¿cuál es la meta?
Conseguir el mayor placer que es dejar la huella en el planeta.

Saber que uno existió y no nació en vano.
Yo nací con siete años y mis palabras no profano.
El sentido de la vida no se encuentra, se descubre,
los años que vivimos son los testigos de la certidumbre.

La vergüenza es el trastorno de la felicidad,
tantas veces que no hablé para no violar la realidad.
Me refugié en el papel que me dio cobijo,
después el silencio y la inspiración hicieron el juego limpio.

Mis versos son mis verdaderos hijos
ellos son la saciedad de mis deseos menos optativos
cada persona que los lea los entenderá de una manera
esos son mis hijos, los únicos testigos de mi madriguera.

Cada uno es el protagonista de su película…
Cada uno la decora con escenas con su brújula...
La vida es un viaje con ida pero sin vuelta…
Vive y disfrútala con la máxima entereza.

Una de estas historias es una de esas creíbles
que no son nada si no se viven,
por eso no me rindo en mi lucha ante lo imposible,
una de esas historias es la que cada día hace que yo sigue.

 

enorme pero bueno, creo que de aqui mismo podo habr sacado varios poemas, pero me gustó

salu2

 

Te mando estrellas
un beso
Rosario

 

La verdad, me gusta mucho tu poema, ha valido la pena leerlo. No entiendo mucho de poesía, pero este estilo de escribir se parece mas a RAP que seria poesía con ritmo.

Como siempre digo: Aveces desearia dormirme para no volver a despertar, pero cada vez que me despierto encuentro algo por que luchar y por lo tanto, uno no sabe que es su vida si no vive el mañana ^^.

Haber si te gusta este poema que acabo de escribir: http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-generales/297458-la-lluvia.html

16 años, que joven y que talento, yo este año también hago 16 y espero leer mas poemas tuyos que transmiten tanto sentimiento.

saludos!

 

Un poema amoroso que mezcla la delicada norma de ser el amante y la cercana auqnque fugaz presencia de la amada.
Un deliquio que se jacta en el romanticismo y se equilibra en la visión amorosa y querellante.