UN HOMBRE ISLA

Vestido de oscuridad
y ataviado de espantos
ya no vacilo al andar,
con paso firme
sin saber del todo a donde me dirijo
consigo que mis formas engañen.
A veces la mentira
se prefiere a la verdad tan bella,
pero tan frágil.
Sigo huérfano de faro
y estos son los diez segundos más largos de mi vida,
los mismos segundos que tarda el faro en dar la vuelta,
los mismos diez segundos que me separan de ti.
Que el sol queme o me acaricie sólo depende de mi,
sereno,
mucho más sereno y amándome en primera instancia
descubro que el dinero
es el frío consuelo
de los corazones desconsolados,
contigo he aprendido ha no confundir el precio con el valor de las cosas
y en nuestra despedida he dado un paso más hacia el sótano de la desdicha humana,
como un hombre isla
que manda mensajes en botellas rotas
pasará mucho tiempo
antes de que alguien
reciba este poema.

 

Maravilla excelente de inspirados versos preciosos.