Soneto para un Inca

Soneto para un Inca

Con el cielo de horizonte
y el desierto en el baúl,
desde el centro y hasta el norte
viaja un Inca desde el sur.

En el tren va su equipaje,
los vestidos del gurú,
las reliquias de aquel brujo
van consigo hasta el peaje,
la ciudad de los intrusos,
caminantes con su blus.

Camino, camino,
corazón de pulso azul,
camina en tu hora
bajo el sol de rosa y cruz.

Va la locomotora
buscando el destino;
que pase el hombre y su sino,
un desierto de horizonte
y aquel cielo en el baúl.

Durante un tiempo,
el tiempo uno;
durante dos
tuvo doblez;
durante tres
todo fue humo,
porque los sumo
de una vez,
y si en el cuarto
el tiempo fumo,
sólo presumo
de la vejez.

Camino, camino,
corazón de pulso azul,
camina en tu hora
bajo el sol de rosa y cruz.

Entonces, en aquel tiempo,
como siempre es eterno,
sucedió antes
y fue el principio posterior.

Como un Inca...

El universo mundo habló en la Tierra
y sedujo a doncellas de la vida,
que eran ruta mostrando su salida
rasgada en el atasco de la guerra.

Dos grutas se encodillan como piedra
ante el hambre que sacia la comida;
todo perro y todo hombre en su guarida
es din con su condón que ya no sierra.

No vendamos a Petra por la nada,
que Gea se nos queja de penurias
y advierte del poder de su interior.

Quien pique y saque el agua más sagrada,
verá que en toda selva las lujurias
natura son del diestro y picador.

 

Un aplauso a las letras y a quien van dirigidas... Un gusto pasar

 

Muchas gracias, Hate, por tu comentario. Un abrazo.

 

Ya te notaba a faltar por estos pagos. Será que no coincidimos.
Aclárate, desde el centro o desde el sur.

 

Estaba yo... y vi que te debía una contestación, Ángel... Si lo aclaro ya no es gótico. Un abrazo