Somos pecado y desafuero

Todo perderemos
en este mal recuerdo.

Somos necios, por derecho.
Ya que con el albedrío llegó en tintero
y empezamos a escribir en desafuero,
jugando con la pasión y los deseos
confundiendo la felicidad con los aperos.

La mesa, la apuesta es alta
y jugamos a perdernos el alma.

¡Por vida de Dios!
Jugamos con la frente alta
a sabiendas que robamos dicha
de solo unos momentos.

Pecamos llenos de contento
al discernir una luz a lo lejos
y sentir el calor de un cuerpo.

Mordemos la manzana
con toda pasión y desenfreno.

Somos pecado, destino, amor y fuego.

Somos la mayor creación del universo.

​

​

©®Todos los derechos reservados bajo el nombre de Jorge de Córdoba, Barak ben Asís, Cesarfco.cd[FONT=&quot]∴​

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1 Corintios 13:1,2[FONT=&quot]​

1 Si hablo en las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, ​

he venido a ser un [pedazo de] bronce sonante o un címbalo estruendoso. ​

2 Y si tengo el don de profetizar y estoy enterado de todos los secretos sagrados ​

y de todo el conocimiento, y si tengo toda la fe como para trasladar montañas, ​

pero no tengo amor, nada soy.​

 

En el amor, nunca hay pecado y el pecado... no creo que exista, somos más inocentes, de lo que nos cuentan y si, somos la mayor creacción del Universo.
La tinta, es sangre que del corazón sale y es imposible, no morder la manzana.
Un abrazo

 

El aire aunque no podamos verlo ahí está.
Igual que la maldad. Tácita, implícita o velada...
El pecado es la acción contraria a una voluntad divina.

Según la Real Academia de la Lengua Española:

pecado. (Del lat. peccātum).
1. m. Transgresión voluntaria de preceptos religiosos.
2. m. Cosa que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido.
3. m. Exceso o defecto en cualquier línea.
4. m. Juego de naipes y de envite en que la suerte preferente es la de nueve puntos, cometiéndose pecado en pasar de este número.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

La tinta no se puede describir mejor, mi Ángel de la guarda.

Un abrazote.

 

Opino somos la peor creación, el peor error de la naturaleza.
El libertinaje; la egolatría; la ambición y la superchería de falsos dioses,
los hombres, se creen inmortales...
El amor es sublime y el hombre (o la mujer) lo ensucia con deslealtad...
El pecado no existe, sino: ¿qué esperaba dios al poner un hombre y una mujer?
Sólo cometiendo incesto hubo procreación.
No había manzanas, eran granadas.
Mejor pensar en algo más creíble y, en estos momentos en lo que parece increíble!
Somos dueños de nuestro propio destino.
¡Gracias por tu aporte querido amigo!
¡Besos, mariposas y estrellas!

 

Gracias a ti Matilde.

Valoro en mucho tu visita y comentario.

Un abrazo.