Sin animales no hay paraíso

El amor a los animales es de origen divino,
es hacia Dios nuestro terrenal camino.
Son ternura, servicio, variedad,
compañía, belleza, fidelidad.
En nuestra vida compañeros de viaje,
muchas formas figuras, número, tamaño y lenguaje.
Del campo, de la granja y los corrales,
cielos, mares, praderas y selvas tropicales.
Evitemos el sacrificio de animales amables
y busquemos otras fuentes de alimentos saludables.
Se prohíban las corridas de toros,
del ganado preciosos tesoros.
No reciba ningún animal maltrato o crueldad,
abandono, encierro o soledad.
Todos son del paraíso divina reproducción,
de Dios, terrenal representación.​

 

Quizás en el futuro el ser humano podrá presumir de sí mismo como especie y como civilización, pero para eso tendrá que replantear muy significativamente su trato con los animales.

Un cordial saludo, Fredmore.