Rita

Pasó el tiempo del dolor inagotable en el alma marchita de recuerdos, confundida con lágrimas espesas que no entienden porqués ni desdecuandos.
Pasaron los días temblorosos con sus noches de insomnios desvelados; quedaron cicatrices de heridas que cuentan nuestra historia.
No se está preparado a lo indecible cuando las alas recién cobran plumaje.
Y una lista de injusticias repetidas engorda nuestro arcón de sentimientos tardíos.
Sin embargo, nuestra invisible unión, que no conoce límites ni tiempo me ha premiado con esta maravilla de seguir creando cielos. De los que formo parte, y sin saberlo al principio y sin que ustedes lo sepan, he sembrado paraísos en la espera del reencuentro esperado.
Ha cambiado el estado de las cosas. Y créeme que es hermoso, indescriptiblemente hermoso como el poder acercarme cada día y acariciar a los que tanto amo.
Levanta madre de tanto en tanto tu mirada, que el índice del sol señala mi morada.

 

El amor que todo cubre, con su manto invisible.....
Gracias por la lectura. Placer de leer.

 

Hermoso amigo! palabras que desnudan tu alma,gracias por compartirla!
besotes,ha! dime amigo que cambio nuevo, aparte de Tza hay en tu vida? me dejaste con la duda, ajajja

 

El amor sanas las heridas mas profundas, y lo mas asombroso es que borra hasta las cicatrices, por algo es el sentimiento que mueve al mundo, por algo es tan requerido...que bello es , cuando encontramos un nuevo amanecer...

Un placer Diego, como siempre

 

¿Existirá esa posibilidad del reencuentro luego en otra vida? Bella tu prosa amigo Diego.

Mi afectuoso abrazo.

 

Así es Francisco, hasta en la muerte.
Agradezco tu paso y devolución.
Abrazo,
Diego.

 

Gracias soledades, amiga; el cambio al que hacía referencia es simplemente a este nuevo rol de padre que cada día me ace más felíz.

Beso,
Diego.

 

Gracias y bienvenida 16, es siempre una alegría renovada encontrarte por aquí. No te pierdas amiga.

Besos,
Diego.

 

Muy agradecido por tu comentario cipres, amigo mío.
Espero que sí exista, al fin y al cabo el creerlo es el motor que nos impulsa a seguir yhace más llevadero el camino.
Un gran abrazo desde Mar del Plata.

Diego.

 

Mi querido Diego, veo en esta prosa una melancolía pero con final feliz. Tal vez, nunca podemos tener todo junto lo que nos hace felices y hay que ir balanceando...
Besos amigo, estrellas y besitos a la beba que imagino debe estar preciosa con 6 meses ya , no?

 

Marce, no imaginas la alegría que me produce reencontrarte; es que no se nada de tí desde hace mucho. Me alegra sobremanera volverte a ver por aquí.
En cuanto a la prosa, te diré que la escribí inspirado en una prima de mi señora que falleció hace 2 años cuando cumplía 26 y un mundo que se le abría de par en par. Una de esas almas hermosas que pocas veces se encuentran. Está dedicada a su madre, otra persona maravillosa.

Realmente alegre de verte nuevamente (aunque sea redundante), te mando un enorme beso,
Diego.