Reflexiones de un Don nadie (II)

Yo nunca serviré a partidos
ni a poderes ni a partidas,
y menos a gobernantes
que nos complican la vida,
yo a la madre que
más reverencio y adoro,
es a mi Patria idolatrada
único estandarte que con amor
del hijo agradecido imploro.

Si queremos que haya
una renovación total de la Patria,
nada debe de la antigua subsistir
y debería hundirse con estrepito,
junto a los muchos estúpidos
que sobre sus hombros aguantan
este edificio decrepito.

Si con la muerte jugamos
y el temor a ella perdimos,
es porque nuestro corazón limpio es
y la ambición a la que aspiramos solo
puede ser la que nos marque el camino.

Esos que de nada disponemos
para la impunidad nunca hemos existido,
simplemente somos y seremos:
lo que nos depare el destino.

Las pasiones de la sectaria y vil canalla
y que hoy ladra unas consignas,
para mañana ladrara otras proclamas,
y estas dependerán siempre de la mano
que les lanza el pan
que sus necesidades aplaca.

Joanmoypra/abril/2012
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