QuizÁs la luna

Quizás la luna, o los besos intemporales de su lóbrega palidez,

adormezcan hoy las sombras del malquisto recuerdo,
que trae de rehén la memoria de tus manos, que fueron mías.


Veo el papel en blanco conteniendo el exámetro,
el verso impuro, las auroras blanquecinas ancladas en el revés del espejo,
la gota sólida, las lluvias en los cabellos de Lucia,
las armaduras estridentes de Meguido, te veo y te siento ajena,
encadenada a mis sienes, en la postergación de los tiempos.



Un rosario pregonado al novenario,
de un cielo ajeno que muere en tus labios,
y la espada que es pluma en mis sueños errantes,
trazan los mortales caminos de mis pasos, y de mis delirios.

Las arenas del reloj pétreo, el hierro y el oro en el abisal ocaso,
tu nombre y el hondo suspiro en un resignado manto de penumbras,
las cartas en blanco; el destino incierto de mi sombra proyectada en el patíbulo,
la otra moneda de las mismas caras.


Y la Luna, plana circunferencia acartonada,
colgando en un cielo abandonado a la esperanza,
y a la nostalgiosa espera de tus manos; que no me alcanzan.

A Julia con Amor
FEDE
27/01/2012

 

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Hermoso, un gran trabajo muy hermoso, precioso.

 

Gracias,, je ,,