Pequeña fuga de lo que viene

Los satisfechos, los felices, no aman; se duermen en la costumbre.

Cervantes
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I

Escojamos la calle más oscura de la vida,

esa calle que es la fuente de todas las negruras

del envilecimiento humano,

y cubrámonos la cara fúlgida con las cenizas

que quedan de la esperanza sorda y mutilada.


II

Cuervos de vuelo sonámbulo salen de nuestros ojos,

y, cual siendo un naufragio de nuestro mar muerto,

nos cortan dulcemente el cordón umbilical

que nos une, a través de vaporosos recuerdos,

a la tristeza incandescente de esa vida

que con terrible premura nos huye.


III

¡Henos aquí!

¡Todos juntos!

Ebrios y doctores, malhechores y moribundos;

todos los viejos amigos cargando en la espalda,

de bosques umbríos,

las cordilleras yertas de esa aurora

que se vuelve mediodía,

y de ese mediodía ciego y leproso

que está aquí reducido a cenizas

en el hondo sepulcro de lo que viene…



l. e. torres

 

Felicitaciones buen versar.
Un placer la lectura.
Final para todos = muerte.
Saludos y buen miércoles.

 

gracias por leer