Nocturno Feaciente

Pardos ojos,
con la mísera escritura,
de angelicales versos,
que son en realidad basura,
cordero al matadero,
Dante al infierno...

Vencidos instintos,
de gana que no dejan,
la razón sumergida,
entre la ignorancia del tiempo,
con confusos pensamientos,
de arena... agua... muerte...

Bacilos... rectangulares,
precipicios insondables,
entre las venas perecederas,
que se pudrirán al sol del mañana,
con la sonrisa irónica...
¡Mi sonrisa!

Desvelos campesinos,
entre manos ásperas,
pecados sumisos,
con la nostalgia vorágine,
de la noche... de la nada,

Alas de avispa,
colmillos de lobo,
aguijón de escorpión,
mirada de dragón,
apretando el tesoro,
ahogando el aire...

Veme tal cuál,
amargado y solemne,
con el estandarte de piel,
con la hegemonía del imperio,
que ha arrasado con sembradíos,
de idiotas cobardes... llamados amigos,

La mira del Sol,
ha huido a mi canto,
con el violín en mano,
destrozo las estrellas,
flameando blasfemias,
que son himnos de guerra...

Cobra la muerte,
con la hoz maldita,
discurso claro,
que bendicen la Vía,

Leche que escurra,
de mis labios amamantados,
por la gloria serena,
con corona de olivos...

Conquistar lo inconquistable,
conocer lo inconcebible,
y asesinar al infante,
duras realidades,
en sueños húmedos,

Cuando la noche es mi reino,
la lujuria mi pecado,
y entre piernas adorado,
como macho cabrío,
como angelical desconsiderado...

Viertan el vino,
que la ceremonia comienza,
entre dagas y plumas,
entre cálices y vid...

Humo negro,
cenizas blancas,
conjuros arcanos,
en bálsamos sexuales,
que acometo mi pecado,
devoro tu carne...

Espada latente,
que entre paredes termina,
con la humedad tibia,
que deje semilla,
blanca... por muslos... ahí...

Ahí y solo ahí me tendrás,
habitando en tus fantasías,
descorriendo el telón,
con máscara alegre,
con ojos malditos,
que uñas clave... en senos...

Viva la romanza,
que acompañe el deleite,
de verteros en mi alma,
de tragaros en mi corazón,
como mía... solo como mía...

Así seré recordado,
en tu piel tatuado,
y por tu alma... amado...

Caminante silente,
nocturno fehaciente,
solo yo... solo tu...

Con el alma en los labios,
con la serpiente entre tus dedos,
y mi falo entre tus piernas...
¡Así!

L.V.

 

Hablas del habitante nocturno en el universo
incomprendido
violento
un tanto rural para su existencia
...
Bastante surrealista para este foro, My Lord...

Besos,
Papillón