Miles de nubes:

En mi cabeza hay miles de nubes, trato de que quepas en una de ellas, pero no calzas en ninguna, he tratando de hacerte adaptar y he inventado miles de formas en que puedas ser perfecto allí, pero siempre por algo desistes, y no sientes su consistencia.

La gente y la soledad nunca me parecieron entonces tan buenos, como cuando la felicidad de los inocentes se manifestó más alegre que los besos de mi novio.

Por los caminos que he dibujado nada ha salido tan perfecto como cuando solo confié en Dios.

Junio.

 

Hermosura magnífica de inspiración maravillosa.