Mi pacto consentido. Soneto.

Te di la voz que emerge en mi garganta
afónica por darse a quemarropa;
te di el licor amargo de mi copa,
licor que sabe a verso y solivianta.

Me diste el escalón que me agiganta,
regalo del misterio que te arropa;
me diste más que piel bajo esta ropa
que envuelve esta miseria sacrosanta.

El darnos se ha hecho pacto consentido:
el alma por mi parte ya la tienes…
a cambio en mi esternón te he recibido.

Me diste lo que habita entre mis sienes
-el sitio donde busco tu latido
las noches cuando herido me sostienes-.

 

Qué maravilla, un cierre además espléndido. Mis aplausos.

 

Siempre disfruto de tus versos que trasmiten belleza y sentimiento, una grandeza lo que leo, saludos y abrazos.

 

Ese pacto se selló con sangre en una cruz. Felicidades por tus bellos sonetos y bendiciones

 

Sonoros aplausos para tu magnífica composición. Un gusto leerte. Te dejo mis estrellas. Saludos.

 

Hermoso soneto, mis respetos y saludos para Ud.

 

Esteban, grato visitarte y felicitarte esplendidamente.

Saludos,

 

Ludmila, muchas gracias por tus palabras. Esteban.

 

Saludos y abrazos también para ti, Nancy. Muchas gracias, amiga.

 

Bendiciones para ti también. Gracias, gracias, gracias...

 

Joblam, muchísimas gracias. Un gusto que te gusten mis letrillas. Saludos afectuosos. Esteban.

 

Saludos agradecidos para usted, odracirios. Muy amable.

 

Muchas gracias, Rogelio. Grato que me leas y que te guste. Saludos.