Mi camino

En esta Torre de Babel,
en este Totum revolutum,
en estos tiempos convulsos,
en estos días extraños,
ya no me dejo seducir
por las luces de neón
de los placeres mundanos,

no me mal interpreten,
sigo vivo,
también río y bailo,
como y bebo,

pero algo muy dentro de mi,
sabe que sólo son placeres
momentáneos,
hedonismo simplemente,
que lo que alegra o aflige
el alma no cotiza en el mercado,
que lo que eleva el espíritu
sólo uno puede verlo en su espejo

y no, no es un “ismo”,
no es una subcultura de escaparate,
no es “un paquete espiritualidad” en oferta de gran centro comercial,
no otra de mis camisas de domingo,

es una elección,
un camino,
un viaje que no sé dónde me llevará,
que me atrapa,
que me inquieta,

sin expectativas,
no quiero aplausos,
no quiero alabanzas,

sólo quiero vivir la experiencia,
de una forma íntima y personal,

y tú
¿Te atreves a emprender el tuyo?

 

En algún momento, todos tendremos que empezar a escuchar las necesidades propias de aquello que de real tenemos.
Gracias por su refrescante reflexión. Saludos