Los tipos como yo

Hurgando en los restos mundanos de la vida cotidiana
entre susurros desgastados
consumido en mi cansancio
y la miseria que me invade
conectado a un dolor que se extiende por mi cuerpo
uniendo los fragmentos que aún perduran
exudando un aire de desesperación y sufrimiento
sobre las piedras heladas del piso marmoleo
como hojas que el otoño dejó atrás
estoy aquí entre flores marchitas
brindando con mi sombra
la única capaz de tolerarme
por ser como soy.

Te debo todo, menos la verdad
porque nadie lee historias sobre tipos como yo,
todos se interesan por los hombres malos
aquellos capaces de matar,
todos admiran a los hombres buenos
al héroe que rescata a la princesa,
por eso me hice lo que ves
por eso oculté mi verdadero ser
hasta menguarlo
hasta callarlo
y me odie por perder mi identidad
en cada mujer que dejé explorar mi alma
por cada persona que siempre envidié
esperando parecerme a ellos
tan hermosos
tan comunes
tan perfectos.

La alegría es algo efímero
un destello que encandila tan sólo una vez
una fatua esperanza
un deseo roto por la traición
que nos deja las ansias de revancha;
ya no hay esperanzas para mí,
sólo esta tristeza que llena el vacío
vivir así es un castigo
que supera el umbral de mi dolor
es sentir tu ausencia en todo momento
mirar tu cara en cualquier lugar
mantener vivo el recuerdo
no poderte olvidar
a pesar del tiempo;
la vida no tiene sentido
es solamente una luz que se apaga
un inevitable destino
un camino que trazaron previamente
y debemos recorrer sin cuestionar
aun sabiendo cual será nuestra final.

Cuando llegué aquí me recibiste
me aceptaste como estaba
perdido y hasteado
golpeado y jodido
en cuerpo, en alma y en mente;
me diste un hogar
un lugar donde descansar de mi trance,
me escondí en el rincón como un perro herido
pasaron los días
hasta que surgió lo que más temía
me diste tu amor
pero para qué me diste tu corazón,
que era en realidad lo que perseguías,
nunca supe cuál era tu intención verdadera
poseer, dominar, castigar,
cumplir tu venganza,
aliviar tu tristeza
con este mártir
con este clon idéntico al que te hirió
pero totalmente arrepentido.

Me susurraste palabras que no debía escuchar
cruzamos la línea que nunca debimos cruzar
nos amamos tan profundamente
que llegamos al límite donde todo termina
y todo deja de importar…
Creí que lo nuestro seria para siempre,
pero todo tiene su final
por eso debo dejarte ir,
ahora ponte tu mejor vestido
y escapa de este cuerpo corrompido
devastado por el tiempo y lo que ha visto;
abandona esta ciudad
saturada de costumbre
sumergida en el silencio
colapsada de dolor;
dicen que el dolor desaparece,
así que no pierdas más tiempo intentando consolar mi alma
no digas adiós, ni mires atrás
sólo vete.