los dientes del perro

cuando cierto rumoroso rumor
sube a la mente como por ascensores
seguramente es el torbellino de lo demencial
que escupe sobre las penurias de lo bonito

arabescos salen de ciertos orificios
como formas gaseosas traviesamente aleatorias
como acres y aguerridos perfumes
y amo la roña de lo vital, la tanguera roña, el roñante gotàn

y la mugre brillando en pantalones: eso ajado y deshojado
y perdido para siempre: aquello deshilachado: lo roto, desvencijado, quebrantado, destartalado, y bellamente podrido

asì nos espera la madrugada: en medio de pedazos y fragmentos y orgasmos y relàmpagos
y astillas de Dios, en medio de la belleza de todo lo perdido, olvidado y dulce o tiernamente
marchito ...

 

BIENVENIDO a este portal espernado que su estancia sea placentera,
abrazos fraternos en la distancia,

 

Su descripción alude a unos dientes que merecen ser lavados, con pasta dentífrica no fluorada.
Dado que el flúor calcifica la glándula pineal que hay, en el cerebro.
Y que tiene forma de piña, y nos conecta sutilmente, al firmamento.
Al calcificar esa glándula pineal, nos embrutecemos, y entendemos que la popularidad es una meta, para cada nuevo día.
Cuando en realidad, el anonimato es beneficioso, de cara a la creación artística.
Luego por tanto, la creación es una parte del Servicio, que muchos dejan pasar por alto.

 

Habìa un perro muerto en avanzado estado de putrefacciòn. Pasaban las gentes se tapaban la nariz y decìan què asco y frases similares. Pasò Jesùs y dijo: "què hermosos dientes tiene!". Saludos!

 

Pero si Jesús fuera ahorrativo y economista, diría:


<< Kermosos dientes tié. >>


Así, ahorra unas cuantas letras del alfabeto.





<< Primer mandamiento: Amaráste. >>


<< Segundo mandamiento: Amaralprójimotambié. >>


<< Cláusula primera: Prójimonoescualquierasinoquiensocorrealcaído. >>


<< Cláusula segunda: Túeresimportanteenfuncióndequealguienhadehacertutrabajoyesealguienerestú. >>





" La verdad es que sí, Nommo, tienes razón. "


Gracias, Yolanda. Me alegra sobremanera que hayas comprendido mi mensaje.

 

Lo del fluor es verdad, y un tremendo putadón.

 

La anècdota sobre Cristo figura en Rudolf Steiner