Locus abominabilis

Divinidad superior y besos candeleros
llorones y desahuciado.
La corona plateada,
los continentes unidos
que nunca se vieron las caras.
Somos lo ridículo de la existencia,
la anatomía avanzada involuciona en el tiempo-espacio.
Ahora es cuando deletreo el odio;
cuando escribo el deseo
de viajar en el tiempo de mejillas ardientes
de sexo y aliento desalentado.

Ridículos los que aman la muerte,
en especial cuando es en vida,
las reuniones con los fallecidos esclavos
de oscuras ansias de dictadores
sentimentales y amor de clavos.

¿Cómo olvidarte, mi amor?
Mi corazón es corrupto
y las sensaciones son delincuentes.
Para brillar en silencio
entre ladrones,
lápices grafito,
canciones mudas,
y los dioses del trío perfecto:
Ilusión, vida, y locura.