La verdad sobre el engaño

Diría que luciérnagas caminantes atraparon la telaraña de todo un principio, desde que el mundo no era sino tres pedruzcos que dividían el todo en sus partes, fue entonces cuando acaeció la lluvia y las nubes tomaron ese silencio, en donde un profundo vacío acabó hiriendo esas almas que divagaban en el desierto de sus mentes y así, en el abatimiento total de sus formas, una ola gigantesca atravesó los muros contenciosos de un castillo plagado de material explosivo, destruyendo todo aquello que en principio palpitaba.

Diría que en el más absoluto destierro, tus sentidos desaparecen causando la mutación total del sentimiento, degenerando con ello, la melancolía que reposa en tu mente.

Cubres la soledad en las letras que aparecen descritas con el paso del tiempo, permaneciendo en ese espacio que te obliga a avanzar para aclarar la incertidumbre que hoy en día, deshabilita tu cerebro, aumentando así el pulso de tu gran corazón,


Es la intensa lucha, la que obliga a arrastrarte por este mundo, donde predomina la discordancia entre querer y aplastar sentimiento tras sentimiento.

 

La mente humana es tan poderosa
que es capaz de luchar contra esa melancolía que muchas veces
nos parece eterna y que nunca nos abandonará
para crear luz donde solo existen tinieblas.
El escritor tiene el poder
de crear mundos dentro de su mente
y darle la vuelta a todo
pues es un gran fingidos.
Un beso amiga.

 

Es muy interesante y profundo
lo que has escrito. Ha sido grato
pasar a leerte. Saludos.

 

Muchísimas gracias Dulcinista por pasarte por mis letras, un gran abrazo, llevaba tiempo sin escribir y a veces, es lo que tiene la escritura, salen estas cosas, muchos besitos

 

Muchísimas gracias Lourdes por pasarte por mis letras, un abrazo