La tormenta

Erguido, frente al viento,va el marino,
firme el timón entre sus fuertes dedos
sobre ese mar que ruge -tempestuoso-
ebrio de sal, relámpagos y truenos.

Crujen mástiles, se rompen las velas,
negras nubes se agitan en el cielo
y abajo el barco brega por no hundirse
-en el inmenso mar sólo un madero-.

Las estrellas no brillan, asustadas
tras sí han ocultado a los luceros
y los peces se han ido hasta el fondo
esperando la calma del mar fiero.

Muy tensa, contraída, sin embargo
sin temor está la faz del marinero.
Ya han arriado las velas esperando
para izarlas que al fin amaine el viento.

Mil tormentas han dejado sus huellas
en la tez recia del gitano de puertos,
otras mil aún verá antes que emprenda
el eterno crucero del silencio

 

Muy buen poema amiga, me gusta, buen estructurado, y musicalidad, saludos

 

Me alegra que te haya gustado, Alberto, un abrazo fraterno.

 

Poetisa aplaudo su manera de versar.
A veces por falta de tiempo nos perdemos de poemas como los suyos
pero hoy me alegra haberlos encontrado.

Abrazos en la distancia,

 

Gracias, Guadalupe, por alegrar mis letras con tus comentarios. Un abrazo fraterno.