La playa.

De huída van los sueños y el verano,
la calma y los amores estivales,
desnuda de salitre está mi mano,
anhelos de la mar y de arenales.

De vuelta al agujero de gusano
donde no hay libertad ni carnavales.
Que lejos queda ahora aquel piano
que bien sonaba a niños y zorzales.

En la ciudad me infecto y me someto,
enredos, miedos, fieras y pandemia.
Que lejos el piano de bohemia.

Ahora que soñar no cuesta nada
y el mar derrama sal en la mirada
quiero hacerle a la playa este soneto.













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Hermoso soneto y al maravilloso mar, que a veces también es terrible. Un gusto leerte. Luciana.

 

Hazle un soneto a la playa, y a los espetos, si hace falta; pero haz un hueco en tu apretada agenda, y me cantas a la de sombra de los pinos.

Eres grande, lo sabes...y vacilas.

Un lujazo verte de nuevo.