La piedra que hierra

Hierra la piedra muda
Cuando apenas sintiera
El golpe del manto azur

Explota su dinamita
Con los roces colmenares
De sus estandartes…sus cantares

Se descalabra la piedra
En todo un mundo extraño
De la boca hasta el arena,
De sus pies hasta sus olas
Entendidos lo mágicos desiertos,
Bastos los míticos mares.

Hierra la piedra y es muda
En el ruedo del rio
Acallada partiera
El oro que de sus adentros nace,
Su palabra yace
Con el golpe de una fina espuma.

Mi mano al fin burila
Esta piedra que es tan muda
Que su pecho sintiera
El furor de una larga espera.

Hierro a puro fierro
Con las notas de fuego
El alma de su luz
La piedra; el arpa de su Elena.

Herrada la piedra muda
Hermética de sustancia
Sus palabras conllevan
La simplicidad del silencio
La divina alquimia
En este simulacro
De su divina danza.

Hierra la piedra; totalmente muda
Acallada en la garganta
Retiene camuz en la boca
La palabra errante que toca.​

 

Bello poema, qriginal en su idea, hermosas imagenes y certeras metáforas. Me gustó amigo jeanpau. Un abrazo. Paco.

 

A fuerza de cincel la piedra va tomando forma, hace realidad un sueño, decanta la imaginación de unos versos y sin embargo continúa inerte, espera el soplo de vida, quien fuera un nigromante para hecharla al mundo y dejar de ser quimera.

Pax

Giovanni