La paz de las flores de cal.

Si la paz de las flores cuando se mueren
fuera toda mía
habría un descanso nuevo distinto a dormir,
sentiría la bella sensación de caminar
elevando mi cuerpo a otra zona
más plácida junto a los rayos del cielo.

Ellos también tienen tanta paz
a pesar de su fuerza,
del terrible trueno
de lo que logra cuando quema el aire
y abona el suelo muerto.

Las flores logran vivir
también cuando mueren
y absuélvanme ellas en mis cadenas
para que renazca entre los grilletes
el concreto del suelo
y mis huesos hechos de pétalos
secados con cal.

 

Su poema, señorita, es llama viva y corazón palpitante. Me deja agujeros de cal y truenos infértiles en el alma. ¿Por qué tendrán que existir pétalos disecados? Con frutos viejos debería bastar. Llueve. Mucho. Le envío un abrazo imposible pero cierto, hasta donde esté.

 

Los muertos se secan con cal................y todos ellos están solos................pero al menos también rien siempre..................los pétalos disecados empiezan humedos en lo que se vive......más en ciertas circunstancias suelen secar la vida en la muerte.................un beso enorme para usted mi seño césar...................Clari

 

Excelente poema de una tristeza que cala asta los huesos,
arte puro mi querida amiga, gracias por compartirlo y un
abrazo grande desde Toledo -España-

 

gracias mi señor isidoro por considerar como arte estos sentimientos míos................para usted un beso enorme.............Clari