La paga de san Andrés

​

La paga de san Andrés

Llagaron a los participantes deseosos de empezar el torneo…

-Señor, está vez la lanzadora de crucifijos no participa; ahora lo hace en la modalidad paralímpica, dada la disminución de sus muchos miembros…

-¿Y la lanzadora de penes?

-Tampoco, señor… ya no hay penes que lanzar; acuérdese, estamos en el cielo…

-Por lo menos participará la lanzadora de huevos, ¿no?

-No, no, señor. La lanzadora de huevos tiene la menopausia, y Pausanias no está por la labor.

-¡Esto es un desastre! ¿Y quién va a participar, dime?

-Participa la virgen.

-¿La santa?

-No, la casta. Y también participa José.

¿El carpintero?

-Sí, sí, pero sin fe.

-¿En qué disciplina?

-En piscina libre, putativo y sin pavés…

-Ay, el PP. ¡Qué alivio! que el lechero esté en estrés; porque a más de uno se lo digo: paralímpicos son mis pies, y más de tres serán ya muchos; participemos con un envés.

-¡No te he dicho un millón de veces que aparques mejor y bien! Que casi te lo llevas por delante… ¡Mendrugo! Menudo chófer tengo de Andrés.

-Crucificadme, señor… ¿La paga de un mes?

-Sí, pero al revés. De paga nada… ¡Conduce bien!, o, como yo quiero, mi fidel...