Jack, el perro valiente

Corría Jack con libertad por el paseo,

entreteniéndose con las piedras.

Llegó al mar y expresó su alegría,

con toda su vitalidad.

No dudaba,

ni un instante,

en ir tras su presa.

Piedra lanzada,

piedra encontrada.

Pedro confiaba en su destreza,

y por eso Jack le amaba.

Estaba yo escribiendo

y vino hacia mí.

¿Escuchó Jack mis palabras?

Yo también confié en su habilidad,

cuando fue a trepar por las rocas,

en una búsqueda más.

Pedro permaneció en la orilla,

observando su ardua tarea.

Salí a pasear un domingo,

y conocí a Jack,

Perro valiente y aventurero.

Espero verle otra vez,

¡Para ver qué tal le va!

 

Excelente tu poema
querida amiga,
gracias por el hermoso
regalo de tu arte sin fronteras.
Dicen que es el mejor amigo del hombre
y yo opino que eso es una gran verdad.

 

Que emotiva aventura has tenido
al conocer a este amigo...

son hermosos seres, en verdad bondadosos...

besos rosas a tu hermoso corazón que ve los ojos de otros vivos...​

 

En los momentos más reconfortantes de la vida al igual que en los más trágicos es cuando solemos ver cuanta importancia tiene el disfrutar de la misma hasta en sus más sencillos detalles.

¡Bravo por Jack!, y por tu bella y personal poesía Eva.

Abrazos.

Jon

 

Excelencia divina en el trato del verso maravilloso.

 

Gracias por tus palabras, dulcinista.
Los animales muchas veces nos dejan a los humanos a la altura del betún

Un saludo,

Eva

 

Besos a ti también, Geortrizia. Fue un momento sencillo, pero mágico para mí. Inspirador.

Gracias

Eva

 

Un abrazo, Jon. ¡Viva la sencillez!

Eva