Ignota ilusión 4

Doncella de la libertad,

salta entre las nubes,
alcanza a ser estrella,

ilumina con responsable alegría,
los cauces de eternos ríos,

anatomía abstracta,

su voz reposa en aquel horizonte,
donde ahora todo cielo descansa

soñando, con ella,

un hogar aún más impoluto que toda blancura,

mas vertiginoso que toda altura,

donde la sabiduría teje banderas,

donde la templanza abriga placeres,

donde la felicidad se siente afortunada,

allí,

donde la perfección aún no ha llegado.

 

El poema exalta la figura de una doncella simbólica, representación de la libertad, que se eleva por encima de lo terrenal hacia un ideal casi celestial. Su presencia es luz y esperanza, guiando con alegría consciente y armoniosa el curso de la vida. Es un ser etéreo, abstracto en su forma, cuya voz habita en el horizonte —un lugar de descanso y sueños compartidos. Este ser inspira la construcción de un mundo puro, elevado y sabio, donde los valores humanos más nobles —sabiduría, templanza, felicidad— se manifiestan como estandartes de una realidad aún por alcanzar. Así, el poema concluye en una aspiración: la búsqueda constante de un hogar ideal, donde la perfección aún no ha llegado, pero cuya promesa impulsa a seguir soñando y construyendo.

Saludos Cordiales