Ideas ridículas y besos y sonrisas de sal.

Ridícula idea la nuestra,
la de querernos.
Apareció de un arrebato
de esos tuyos de locura.
Me dijiste,
como si fuera un secreto:
"Te amaré para siempre,
¿me amarás tú a mi?"
Y yo, como una tonta,
(porque al mirarte
a esos preciosos ojos tuyos
-hipnotizadores-
pierdo totalmente el juicio
y no te puedo negar nada),
te dije que sí.
(Quizá en eso consiste amarte,
en perder el jucio).
Te lo prometí,
y ya sabes que yo cumplo mis promesas.
Yo ya sé que tú
vas y vienes como las mareas,
y quizá por eso
eres más bella que el mar.
E igual de inalcanzable.
Porque yo estoy aquí,
en la orilla
arrancándote,
cada vez que te me acercas,
(cuando te tropiezas
y jugueteas
con el bajo de mi falda)
sonrisas de sal.
Las sonrisas más dulces
que he probado en mi vida.
Que ahora es tuya,
por si no lo sabías.
Aunque sí,
sí que lo sabes.

 

Hermoso escrito, gran placer la lectura. Saludos y buen día.

 

Gracias querida poetisa, gran placer el mío porque me leas. Un saludo

 

Cuantas mujeres caminan a la orilla de la mar, del amar.
Para ser alguien con el juicio perdido encuentras muy bien las palabras para describir tu locura.
Han de ser unos ojos muy intensos.

Lindo poema, fino e introspectivo.

 

La divinidad expresada en letras preciosas, perfecta obra.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Muchísimas gracias vronte, por tu bello comentario.
No puedo explicar mi locura, pero sí mi amor (el corazón habla por sí solo) y como ambas son lo mismo, he encontrado palabras que la describan. Y sí, son intensos.
Me alegro que te hayan gustado mis letras, un abrazo poeta

 

Muchísimas gracias LUZYABSENTA por tu como siempre bello y halagador comentario. Me alegro mucho que te haya gustado el poema. Un abrazo

 

Excelente poesia.Me ha encantado por su sencillez
y desenfado.Muy bonita.
Saludos de saturno

 

Encantada yo, Saturno, de que me leas y te guste.
Gracias por tu bello comentario, un abrazo, poeta

 

Gracias maestro