Hijos de corazón desconsolado.

Hijos de corazón desconsolado

Adiós días de añoranza
de gozo y de tardes de platica
antes que de que salga el sol
sus vigilias se turban inquietas.

Andan suspicaces, pero siempre hablan,
y preguntan y dicen y andan mucho,
se recorren sus itinerarios una y otra vez
se fijan muchos en los coches
que van y vienen, algunas veces,
saludan a un conocido, pero siempre andan.


Por las tardes de otoño, mucho té,
en invierno ricas castañas,
pero siempre andan, una y otra vez
y al andar no dejar nunca su mente inquieta.

Estos días el trabajo esta malo
ya no gusta lo que antaño,
antes, ellos se agrupaban en cuadrillas,
pero ahora, la cosas yo no son como antes
pero a ellos, les gustaba aquello ...​

 

Hasta el tiempo de añorar nos lo quieren tener privatizado.
¿Y cómo vivir idiotizado si existe el mar?
¿Y cómo ser esclavo si caen en septiembre
las flores rosadas y blancas desde los apamates... sobre las calles húmedas?

Hermoso poema, compa. Saludo cordial desde Caracas.