Hazme sentir

Léeme, escuchame, sienteme, piénsame,
entra en mis pensamientos,
tócame, quiéreme o finge que me quieres
toma mi mano, colócala en mi pecho
siente mi dolor
ponte en mi lugar por un momento
y siente esta inmensidad de sensaciones
¿sientes la desesperación?
Susúrrame palabras al oído
Mírame a los ojos
Y regálame tu más dulce sonrisa,
tómame de un solo trago,
y atragántate de voz,
busca mis debilidades,
engáñame,
dime que vas a curarlo,
abre mi piel encuentra mi corazón,
destrózalo y devóralo con avidez
como si nunca hubieras probado algo tan tierno
y crudo a la vez, saborea
cada momento que pasemos juntos
piensa en mí, aunque sea solo un segundo
hazme sentir todo a la vez,
amor, terror, odio, desesperación…
provoca en mi un huracán de sensaciones,
con una mano toma mis sentidos
y juega con ellos
con la otra tómame del brazo
y camina junto a mí,
siempre sonriendo
cuéntame un cuento
y regálame un final trágico,
atérrame al contarme
que será de mi,
cuéntame cómo es que voy a morir,
horrorízame, dime cuanto me harás sufrir,
adviérteme, dime que nada es para siempre,
no me dejes amarte demasiado
para que cuando te marches
no sienta tanto dolor,
no me dejes muy rápido,
que quiero verme reflejado
en tus ojos una vez más,
susúrrame al oído,
y por las noches no apagues la luz,
porque ellos vuelven,
embriágame y hazme el amor,
dame 50 pastillas para dormir,
hechízame para soñar contigo,
y al amanecer,
despiértame con tu voz,
prepárame un café,
y dame una copa de vino
drógame
dame unos cuantos libros malos,
unos discos de post rock,
enséñame la noche de van gogh,
o los relojes de Dalí,
léeme algún poema de bukowski
o “yo no hago poesía, hago limites” de Vukusic,
léeme a los parnasianos o a los crepusculares,
dame sueños, pero también dame insomnios
para que no me pierda en ellos,
dame miedos, y hiéreme con ellos,
vuélvelos contra mí,
dame recuerdos bellos,
para sufrir cuando no estés,
dame un nombre,
una edad, una nacionalidad,
total, solo son palabras,
lléname de fechas la cabeza,
dame tu mano y esa botella,
bailemos en la oscuridad,
ven corriendo a mi
y dame un beso bajo la lluvia,
no me quites mi libertad,
dame todo lo que tengas,
y luego dame mas,
lo quiero todo,
dame el cielo y las estrellas,
dame tu último aliento,
abrázame fuerte,
y muérdame,
tómame, ámame con todo tu corazón,
y luego cuando te hartes de tanta blasfemia,
hiéreme suavemente
aléjate lentamente,
déjame, sángrame, vacíame, átame,
y hazme sufrir, lastímame tanto
que tenga ganas de morir
de una puta vez,
zahiéreme, ódiame,
vete sin voltear atrás,
y olvida todo lo que has visto
y oído aquí y pase lo que pase,
no se lo digas a nadie.
​

​

 

Muy interesante...
Un saludo.
Xosé.

 

Excelente
besos, estrellas y reputacion
Rosario

 

Un placer leerte

 

me encanta esta pagina, lo malo es darse cuenta quien es el que escribe y los sueños acaban.

 

ahhhhhhhh LO QUE ME GUSTÓ ESTO!!!!!!!

Sabés, me hizo acordar mucho a un poema que se llama "Bailame el agua" de Daniel Veldez.. te lo dejore regalo, para que si lo lees sientas lo que yo senti con tu poema al leerlo, me provocan la misma sensacion!!!

Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.​

 

me encanto, me inspiro para agregarle unos cuantos versos,


saludos

 

hola, misteriosos versos, acercar el oido al cuerpo para sentir sus ruidos; el palpitar del cprazòn, la sangre fluyendo, los lìquidos corporeos...Saludos
¿SONRIE!

 

gracias por su comentario, saludos