Grítame en silencio

Me abro paso a las afueras,
evitando cualquier tema de conversación,
sigo sin saber quien soy,
aunque el espejo dice que otro cualquiera.
A veces prefiero estar mal acompañado que sólo,
aunque la soledad a veces sea la mejor compañera.
No hay espera,
los relojes se deshacen cansados de esperar,
sufriendo,
agotado el minutero dentro de su caja,
máquinas perfectas, mas el humano no le lleva ventaja,
es otro más malgastando su poco tiempo en girar y girar.
Arto ya de deambular por las sendas del destino,
se bifurcan nuestros caminos en la meta del olvido,
no le doy importancia a ser sino al haber sido,
no es relevante por donde mi inclino si no ser digno.
Ideas sin palabras,
palabras sin sentido,
lejos de mis metas,
reacio a mis instintos,
por llevar esta vida secreta.
Secretos a voces que no son oídos,
sólo mis metáforas ininteligibles sirven de alivio.

Mirame, ven a mi, grítame en silencio,
dame motivos para obsesionarme,
quiero miradas vacías.
Nunca averiguarías,
que el desprecio de lo asequible.
es la condena culpable de inspirarme.



Tumbado en una ciudad de ensueño,
recorriendo calles oscuras en días de lluvia.
Frío en mis pupilas,
calor en tus ojos suicidas,
susurran despedidas atenuando mi duda.
No logro olvidar tu recuerdo.
Ardientes ascuas, cenizas inmunes al viento,
perduran en este austero cuerpo.
Oro envuelto en tu rostro,
realza mi locura,
mi tez desnuda,
desvela mi verdad más oculta.



Escúchame no me interpretes,
sólo contigo soy intérprete,
desde que no te conquisté,
soy ese antagonista oculto siempre.
bajo una segunda piel,
escribiendo en hojas de laurel,
¡qué caprichosa es la naturaleza!,
jamás le seré fiel,
el viento recoje mis versos de papel,
terminando donde yace la maleza.
Con endereza y con los cimientos quebrantados de dolor,
soy esa presa que aprobecha
cualquier obsesión,
para considerarse poeta.

Poemas manchados, arrugando figuras literarias,
Nada varía desde que encontré mi valía entre páginas.
Lágrimas invisibles, la razón de tus escuchas,
Musas de medias noches,
retales que en el tiempo perduran.

¡Que íntimo es narrar este calvario!,
¡por el que estoy pasando!,
¡no sabes cuanto anhelo!,
¡sentir que no me arrepiento del pasado!
Me siento como el mar, solitario y con recuerdos,
sacando a flote todo el mal que llevo dentro.




Mirame, ven a mi, grítame en silencio,
dame motivos para obsesionarme,
quiero miradas vacías.
Nunca averiguarías,
que el desprecio de lo asequible.
es la condena culpable de inspirarme.


Ahí fuera ya no queda noche,
el viento se cansó de soplar.
Las velas apenas secan ya,
estos ojos cansados de llorar.
Suenan truenos en esta ciudad,
de sueños sin testigos.
Historias que acabarán
en puntos suspensivos.
Escribo por el único motivo,
de sentirme abatido, latido a latido,
se desvanece mi ilusión conmigo.

Vivo por los sueños y muero cada despertar,
tan cierto es este malestar,
que sentirme mal es lo que más me importa ya.
Desde que mi apoyo son hojas en blanco,
narro mi vida como un un despropósito,
noto como la arranco,
sin piedad,
y la verdad no me importa,
la imagen que pueda dar,
si me sirve para recordar que sólo quiero olvidar.

Olvidar la razón por la que me hice poeta,
tortura que insipira, dolor que supura
en prosas oscuras canalizo mi ira,
no se que sería sin vida nocturna,
si esto perdura seré gran proeza.

 

¡Tienes mucho que decir!
Me alegra encontrarte en mi camino, he disfrutado la lectura.
Bienvenido al portal, estaré siguiendo tus versos.T e dejo mis mejores deseos, un saludo desde Andalucía.

 

gracias nasme, un abrazo!