Especie

Desde un ermitaño consuelo,
hasta el plasma de los símbolos...
Desde el amor colérico,
de aquellas húmedas historias
Desde mis células resultado
de la humanidad y sus memorias
Yace arraigado un afán de ser viento,
de ser trayectoria...

Hay un superfluo individualismo de moda.
Hay ceguera, sordera, y un opaco sabor de evolución,
y en las teorías infinitas de la desolación,
ser mártir del tiempo es consuelo de la agonía, ego y razón.

La humildad esperanzada del conectar,
de vivir presentes de pertenencia.
La sonrisa de las musas
en los bares de lo inquieto,
los abrazos de un padre,
y la sobriedad de los enteros,
y el juego del niño eterno
que revive nuestros niños dentro,
compaginan nuestra especie
compaginan nuestro centro.

"Ser nada me es propio, para saborear el todo, la verdad es que somos movimiento"

 

Delicia de obra, una inspiración excepcional, creación maravillosa.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.