Eso eras para mí.

El sol que sale cada mañana y nos despierta anunciando el día,
agua fresca que me hidrata y mi sed aplaca,
una risa espontanea que contagia,
una esperanza que me da la razón para abatir lo que me atrapa.

Un atardecer que de nostalgia mi alma embriaga,
Fruta fresca que alimenta y reconforta,
Un juego de palabras que mis sentimientos destapan,
Un destello de luz que me ilumina y mis fuerzas recarga.

El anochecer que reconforta al encontrarme con los seres que me aman,
Leche tibia que relaja y mis sueños conforta,
Una caricia que como lluvia de medio día me da alegría,
Una ilusión de saber que cada día contigo hay una razón.

Eso eras para mí, mi día, mi atardecer, mi noche,
Agua fresca, fruta que alimenta, leche tibia,
Una risa, un juego de palabras, una caricia,
Una esperanza, un destello de luz, una ilusión.

 

Bello, sentido y romántico poema, certeras imágenes para unos versos sensibles y al final algo melancólicos. Un abrazo amigo Luis. Paco.