Esmeralda

El humo que despide algún cigarro…
el ruido de una risa mal nacida…
las copas que nos dan la bienvenida…
la noche que se vuelve un despilfarro.

Ese mundo es la causa del desgarro
de pena tan constante y homicida,
que anida en tu alma infiel y adormecida
por copas, fino encaje y sucio barro.

Soñando en un futuro redimido,
navegas mientras bebes en la falda
de un don nadie, el licor envilecido

que arruga tu garganta y te la escalda,
dejando mi ambición en el olvido
de alzarme con tus sueños, Esmeralda

 

Hermoso soneto de reproche a Esmeralda. Un gusto leerlo. Luciana.

 

Estimado Gustavo,

Vaya camino el tomado por vuestra Esmeralda_
Espero que halle la redención y vuelva con vos_
Mis atentos saludos de siempre os dejo_

 

Gracias por dejar tu siempre atento comentario . Un cordial saludo

 

No creo que conmigo le vaya mejor que con "el don nadie"
Gracias Roland, por dedicar un poco de tu valioso tiempo
a esta lectura.
Un abrazo estrujante como el corcet de Esmeralda

 

Es un tango tu soneto, está genial. Disfruté cada verso. Saludos

 

Gracias José Luis, me halagas y me da satisfacción que haya sido de tu agrado.
Un abrazo, compañero.