En rojo

La muerte vestida de seda y arena, acaricia suavemente las sienes blanquecinas de aquel matador condenado. Sus manos se deslizan a lo largo de la hoja del estoque brillante, testigo mudo de más de mil sacrificios al Dios Sol. La sangre retumba en sus oídos como el sonido de una colmena en primavera. Caminar sereno y severo. Mirada de consentimiento al ser sagrado, a lo profundo de su alma.Conexión suprema. Extrema catarsis. Silencio. El rojo lo domina todo. Siempre había experimentado la misma sensación en el momento de arrebatar la vida al animal. Una tremenda compasión y un inusitado respeto. Esta vez era diferente. Sintió en sus huesos el choque vital de los dos cuerpos. La energía casi sólida que envolvía el entorno, hizo que el tiempo se detuviera por un instante. La luz lo embargó todo, hasta consumirse poco a poco. El matador sonrió y mostró al mundo el sentido último de aquella ceremonia. Su mente se vio invadida de imágenes caleidoscópicas. Aquellos trocitos de realidad fueron su último homenaje.

 

Excelente relato amigo con bellas imagenes fue grato leerte.

 

Tremendo relato de la muerte, gracias.

abrazo
j.

 

El que a hierro mata a hierro muere. La muerte no suele ser tan injusta, a veces. Gran relato poeta.

Bienvenido al portal.

 

Emocionante escrito sobre el Sacrificio y la Muerte.
Cuerpo contra cuerpo, justa partida!!
Mil Estrellas para tu pluma.

 

GRATIAS A TODOS.
Saludos..

 

¡Oh mi querido amigo poeta, te felicito por tan admirable micro
pleno de interés y con ese giro final que lo convierte en una obra de arte!
Sin lugar a dudas en ti está el talento literario para escribir
una obra de arte como esta que aquí nos regalas,
y en el jurado la inteligencia necesaria para darse cuenta de ello.
Gracias por este maravilloso regalo.
Enhorabuena por ese premio sin duda merecido.
Un abrazo de tu amigo Eladio.

 

Muchas gracias por tus palabras. Sirven de ánimo.
Me alegra que te haya gustado.
Gratias, frater.

 

Me alegra que te guste. Gratias

 

Magnifico relato..., realidad de luz, de llanto... Me encantó, Frater Noctis, un placer, muchas gracias. Saludos

 

Gratia. Un saludo