En octubre duerme el bosque

Las hojas de otoño ,desnudan el árbol que las vio nacer, terminan su trabajo alzando el vuelo, pero caen deprisa hasta besar el suelo.
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Visten el camino de paz y sosiego, tejiendo alfombras de maduros colores para esos lentos paseos, de días cortos y de escasas flores.​

Llega el Octubre como un poco olvidado, el ocre se quedará en alguna rosa secándose en la mesa, y a su lado un vaso sin usar ,de una botella de vino que se quedo sin terminar.​

En los cristales de la ventana asoman dos corazones, hechos con el vapor que sueltan dos bocas, y por los dedos húmedos de unas manos algo locas.​

El sol tímido y cansado, se esconde de lado, detrás de la colina, donde dormirá un día más,​

mientras, tú y yo, disfrutaremos del Octubre comiéndonos sus días junto al olor a hierba seca​

de un bosque que se durmió.
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