El viejo Jacinto. Soneto.

Hoy llega al corazón de un hombre viejo

un ruido de temblores resonando,

futuras desazones regresando

en el azogue gris de un roto espejo.


Le aterra la verdad de su reflejo

que salta hasta su frente pregonando

arrugas sobre arrugas presagiando

el último estertor de su pellejo.


Sumerge su mirada en lo perdido

queriendo regresar -pero no puede-

al sol de algún pasado conocido.


Cansado de luchar Jacinto cede

y cede cuando al darse por vencido

el Tiempo sólo polvo le concede.

 

el tiempo hace daño al cuerpo aunque el espíritu está ahí peleando. Muy buen soneto. Saludos

 

Muchas gracias, Brise. Muy amable. Saludos.
Esteban.

 

Inspiración magnífica de letras sobresalientes.

 

Muchas gracias, Jorge. Saludos.