El sueño, el alma y la mente (ovillejo)

.
Sin la voluntad del dueño,
el sueño

.toma el camino que ensalma
el alma

.y en un modo diferente,
la mente,

.rige el pensar de la gente;
respeta mis cabeceadas
que son cosas muy variadas
el sueño, el alma y la mente.​

Eduardo León de la Barra​

 

Estimado Eduardo
​

¡Excelente ovillejo! El de los típicos tres elementos conjugados inteligentemente para crear una idea rotunda, con estética y ajustada a la forma de la estrofa. Su temática me hizo recordar a esas personas que van en los autobuses cabeceando del sueño --algunas veces tratando de disimularlo-- y, de paso, sin tener en dónde reclinarse cómodamente. Definitivamente el sueño es traicionero. Aquí en Venezuela, reza una frase: "es más peligroso que camionero con sueño", jajaja...

Saludos, Maestro!!

Elhi

 

Muchas gracias estimado Ehli,
por este certero comentario inaugural de mi ovillejo,
eres muy atento y buen observador;
un saludo cordial,
Eduardo

 

Gran ovillejo Eduardo, el sueño es el director de la orquesta, le mando un abrazo

 

Sin la voluntad del dueño,
el sueño


MAESTRO ES UN HONOR LEER TAN BUEN OVILLEJO, POR LA TEMÁTICA SOLO PUEDO OPINAR DE LO DEMÁS NI IDEA...
SALUDOS Y FELICITACIONES POR SU OBRA.
CARIÑOS ISLEÑOS
PINCOYA​

 

vaya maestro si que son letras esas, y la verdad que el sueño es uno de los mas pegajosos y su cabecear quien podrá parar un abrazo.

 

Muchas gracias estimado José Rodolfo,
a veces el sueño se impone, otras, las menos, la mente logra controlar la situación;
pero me sirvió para escribir este ovillejo algo intrascendente;
un abrazo,
Eduardo

 

Siempre genial, Eduardo
besos
Rosario

 

Nos propone una vigilia en la que el sopor parece una especie de enemigo que se interpone entre la consciencia plena y otros estados menos lúcidos. En esos estados están parte de los que yo frecuento, toda vez que el turno de noche es uno de mis habituales. Muchas veces me he dedicado a escribiren esas horas , de modo que ahí tienen una buena explicación a tanta oscuridad, jajaja. Usted, como siempre, entre el rigor y la amenidad. Buen ovillejo. Luis

 

Muchas gracias querida Pincoya,
es un temática que nos llega a todos,
porque ¡Quién no se ha sentido con unas ganas de dormir infernales,
cuando las obligaciones dictan otra cosa!,
pero bastan unos minutos de sueño y quedamos como nuevos, jajaj,
un abrazo,
Eduardo

 

Excelente ovillejo con broches de clasicismo.
Palabras perfectamente conjugadas
para darle con la piedra angular en el verso final con sus 3 ultimas palabras .

 

Uno de los placeres más inicuo-perjudicial para el bolsillo es el sueño.

Si no se descansa lo suficiente baja su capacidad de producir
y si uno descansa demasiado igualmente no genera ingresos.

Todo es cuestión de balance, tal como tu ovillejo que equilibra picardia, talento e ingenio.

Muchas gracias Eduardo (no por nada muchos te decimos Maestro) por compartir tu versar.

Un abrazo fraterno.

 

Muchas gracias estimado Némesis,
cuando el sueño aprieta en serio, es invencible,
recuerdo que hace muchos años en mi oficina,
me tendía a dormir bajo el tablero de dibujo
por unos 20 minutos y después seguía mi trabajo ya repuesto;
Un abrazo,
Eduardo

 

Eduardo
Creo que solo tu pluma es capaz de conjugar maravillosamente
estos tres elementos. Estoy pensando en como cabeceo a las
tres de la tarde...
Felicitaciones y un abrazo cálido
Ana

 

Muchas gracias querida Rosario,
tú siempre infaltable en mis poemas, tienes mi gratitud,
un abrazo,
Eduardo

 

Estimado Eduardo:

Tu ovillejo es un dechado de lo que debe ser esta clase de composiciones, pero que casi nunca se consigue: tener continuidad en los 6 primeros versos, algo sumamente difícil por los "quebrados" de los versos pares. En tu caso, todavía no salgo de mi asombro al comprobar que se pueden leer seguidos sin ninguna dificultad: algo verdaderamente meritorio.

Recibe mi más calurosa felicitación.

Un abrazo.

José Luis

 

Muchas gracias querida Rosario,
un abrazo transatlántico,
Eduardo

 

Nadie lo discute,¡a respetar al somnoliento!. Es un placer leerte, un abrazo .

 

Un señor amigo de la familia decía, estimado Luis, que después de almorzar, sentía una modorra
y que era como si le bajara una pomada negra sobre los ojos
tras lo cual se quedaba dormido en su sillón;
es muy dificil luchar contra esa modorra, y cuando uno maneja un vehículo, es peligrosísimo;
por eso, lo mejor es dormitar unos minutos y uno se despierta fresco como una lechuga.
Muchas gracias por el buen comentario y un saludo cordial,
Eduardo

 

Muchas gracias estimado Anabil, por tan certeras palabras,
en realidad esa es la esencia del ovillejo,
continuidad, sencillez y un buen remate;
pero una cosa es decirlo y otra lograrlo;
yo no estoy conforme con mis dos penúltimos versos,
que resultan algo ajenos a la temática, en fondo y forma,
en fin, ya mejoraremos,
un saludo cordial,
edelabarra

 

Muchas gracias estimado César, has dado en el punto justo de la cuestión;
hay empresas donde se permite a los empleados dormir si se sienten somnolientos
y yo como jefe de mí mismo, lo he hecho muchas veces, con buenos resultados,
es peor luchar contra el sueño porque la modorra no se va sola,
Muy atentos y amables comentarios los tuyos,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Muchas gracias querida Ana, por tus elogiosas palabras y por esa reputación que me regalas.
Sí, es difícil resistir el cabeceo, jajaj,
un abrazo para ti,
Eduardo

 

Muchas gracias estimado José Luis, eres muy observador y notas lo que otros no,
en realidad me esmeré precisamente en eso que dices,
reconozco también que los dos versos dentro de la redondilla final,
quedan medio descolocados, como ajenos al carácter más filosófico de los demás;
Para mí, esos dos versos aún no están bien resueltos;
fue como una solución de apuro, tal vez lo revise en otra oportunidad;
gracias por tus generosas palabras,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Muchas gracias querida Ligia, en realidad me apuré como siempre a publicarlo,
porque aun no me convencen los versos 8º y 9º, que parecen de otro poema;
en fin, tu bondad se expresa a través de tus palabras,
te mando un cálido abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias querida marea, por tus acertadas palabras,
te mando un abrazo,
Eduardo

 

Muchas gracias estimado Maramín, por el análisis y propuesta, lo pensaré, en realidad me gustaría cambiar totalmente esos dos versos, ya veré que hago,
un saludo cordial,
Eduardo